Los trabajadores que en un estudio asumieron una dieta
mediterránea durante dos años tendieron a recuperar menos peso perdido
que los voluntarios con una dieta reducida en grasa o carbohidratos.
Además, el primer grupo obtuvo la mayor reducción del
colesterol, aunque la diferencia entre los dos grupos no siempre fue tan
evidente.
Los resultados, publicados en The New England Journal
of Medicine, sugieren que los programas alimentarios que se promueven en
el lugar de trabajo pueden tener efectos duraderos, en especial cuando
se utiliza la dieta mediterránea o reducida en carbohidratos.
Los autores les indicaron a 322 trabajadores con
obesidad moderada realizar una de tres dietas durante dos años. Luego,
los controlaron durante cuatro años más.
Los participantes tenían un índice de masa corporal (IMC) promedio de 31 y eran principalmente hombres.
El autor principal, doctor Dan Schwarzfuchs, del Centro
de Investigación Nuclear, Negev, Dimona, Israel, explicó que los
participantes pudieron adelgazar en dos años unos 2,9 kilos con la dieta
reducida en grasa, 4,4 kilos con la dieta mediterránea y 4,7 kilos con
la dieta reducida en carbohidratos.
Cuatro años después, los resultados de los 259
participantes disponibles revelaron que el 67 por ciento seguía la dieta
original, el 11 por ciento la había reemplazado por otra y el 22 por
ciento había suspendido la dieta.
Y, aunque los grupos que habían realizado las dietas
reducidas en grasas y carbohidratos habían recuperado casi todo el peso
perdido, los voluntarios tratados con la dieta mediterránea recuperaron
sólo 1,4 kilos durante los cuatro años de seguimiento.
Schwarzfuchs aclaró que los participantes ignoraban que
serían controlados después de finalizar el estudio. "Podían hacer lo
que querían. Quisimos ver qué ocurre en la vida real."
Consideró que los resultados no los sorprenden. "La
dieta reducida en calorías y grasa es difícil de seguir. Con la dieta
mediterránea se puede comer casi de todo. Es más compatible con la vida
real", agregó.
El equipo halló también que la dieta mediterránea logró
la mayor reducción del colesterol total en el largo plazo (unos 13,9
mg/dl a los seis años). Aun así, el grupo con la dieta reducida en
carbohidratos alcanzó la mayor reducción de la relación de colesterol
LDL-HDL.
La doctora Meghana Gadgil, de la Facultad de Medicina
de Johns Hopkins University, Baltimore, opinó que el estudio "indica que
los cambios positivos de la dieta rica en fibra y grasa monoinsaturada
se pueden sostener en el largo plazo".
Pero dado que un tercio de los participantes abandonó o
reemplazó la dieta, la especialista dijo que es difícil sacar
conclusiones sobre qué dieta fue la más efectiva. Consideró
"interesante" las variaciones positivas del colesterol con la dieta
reducida en carbohidratos, dado que ese grupo recuperó durante el
seguimiento casi todo lo que había adelgazado.
El Centro de Investigación Nuclear de Negev, el
Departamento de Ciencia del Ministerio de Salud de Israel y la Fundación
para la Investigación doctor Robert C. y Veronica Atkins financiaron el
estudio.
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