Una dieta saludable, acompañada de actividad física
moderada y un control del peso, puede prevenir entre un 15 y un 30 por
ciento de los tumores.
Estas son las estimaciones que hacen los investigadores en oncología
sobre la relación entre el cáncer y la nutrición, un factor determinante
en la aparición de algunos tumores, como el de colon y próstata, tal y
como han evidenciado algunos estudios.
Sobre estos estudios ha hablado hoy el doctor Antonio Agudo,
investigador del Programa de Investigacion en Epidemiología del Cáncer
del ICO (Instituto Catalán de Oncología), en un acto organizado por la
fundación Sandra Ibarra, en la antesala del Día Nacional de la
Nutrición.
Uno de los alimentos especialmente importante en la prevención del
cáncer de colon y próstata, el que se da con más frecuencia si sumamos
los casos de hombres y mujeres, es el tomate.
Y lo es porque es muy rico en una sustancia que se conoce como
licopeno, que es la que proporciona a los tomates su color rojo
característico.
Pero, en general, se puede decir, según Agudo, que las dietas ricas y
variadas en vegetales, frutas y verduras son protectoras de una buena
cantidad de tumores, como lo son también los alimentos ricos en fibras,
aunque no de tantos cánceres.
"Una dieta que sea lo más natural posible, que los alimentos y que la
forma de preparación y cocinarlos no sean muy elaborados, que tenga un
componente importante de productos de origen vegetal y ricos en fibra, y
que además sea variada, en general tiende a resultar beneficiosa", ha
afirmado el doctor.
Estudios experimentales en animales también apuntan a la soja, rica
en estrógenos vegetales, como una sustancia protectora del cáncer de
mama, pero los realizados en los humanos no han sido hasta el momento
concluyentes en este sentido.
Los estudios desarrollados en poblaciones asiáticas, que tienen un
consumo muy elevado de soja, sí han señalado a esta sustancia como
protectora del cáncer de mama, pero ese efecto no se ha apreciado en los
que se han hecho en los países occidentales, con lo que el doctor
considera necesario seguir investigando.
Respecto al cáncer de mama, el más frecuente entre las mujeres, según
Agudo, no existe un conocimiento tan afinado, como el de colon o
próstata, sobre el tipo de alimentos que lo pueden prevenir.
No obstante, sí se sabe a ciencia cierta, por que así lo han señalado
diversos estudios, es que el alcohol es un factor de riesgo y lo es en
tal medida que se puede decir que por cada diez gramos de ingesta de
etanol puro se incrementa el riesgo de padecer un cáncer de mama en un
diez por ciento.
Otro factor de riesgo es la obesidad, el ganar peso en la menopausia,
de tal forma que por cada cinco puntos de ganancia del índice de masa
corporal la probabilidad de padecer un cáncer de mama se incrementa
entre un 9 y un 12 por ciento.
Por ello, un protector de este cáncer es la actividad física, y que se realice de forma regular.
Hay otros factores que influyen en la aparición del cáncer de mama,
pero no hay evidencias sobre ellos, sólo sospechas y una de ellas, según
el especialista, es que el patrón de la dieta mediterránea y el aceite
de oliva, encabezándola, es uno de sus elementos protectores.
Lo que parece estar claro es que un consumo excesivo de carne puede
acabar siendo un elemento de riesgo para la aparición del cáncer aunque
tampoco se puede decir que "tomar carne es cancerígeno". "Pero comerlo
en exceso incrementa la probabilidad de desarrollar un cáncer, sobre
todo de colon", precisa.
Para hacer un análisis más profundo de esta cuestión, la fundación
Sandra Ibarra ha presentado la primera beca de investigación en
nutrición y cáncer de mama.
Una beca, patrocinada por Philips Ibérica, con la que, según la
modelo, que ha superado en dos ocasiones la leucemia, se intentará
profundizar sobre el papel de la nutrición como factor de prevención y
la importancia de una dieta saludable.
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