BERLÍN/MADRID.- Vivir bajo una ruta aérea aumenta el riesgo de hipertensión, infarto e ictus,
según ha mostrado un estudio, publicado en 'European Heart Journal', que ha sido
llevado a cabo por investigadores del departamento de Medicina de la
Universidad Johannes Gutenberg de Mainz (Alemania).
Para llevar a
cabo el estudio, los expertos realizaron un estudio de campo ciego sobre
una muestra de 75 voluntarios sanos, con una edad media de 26 años, los
cuales fueron expuestos de forma aleatoria a diferentes secuencias de
patrones de ruido: uno sin ruido y dos con reproducciones del sonido de
diferentes números de vuelos (una reproducción de 30 vuelos y otra de 60
vuelos), con un nivel medio de presión sonora máximo (SPL) de 60
decibelios (dB).
De esta forma, se comprobó que los adultos sanos que se habían expuesto tan solo una noche al ruido de 60 vuelos veían alterada su función endotelial,
señalando una significativa contribución del estrés oxidativo en este
fenómeno; aunque estos efectos fueron notablemente mejorados mediante el
suministro de vitamina C.
Además, la disfunción endotelial iba
paralelamente acompañada de un aumento significativo de los niveles de
adrenalina y de una disminución de la calidad del sueño, con un aumento
de la presión arterial sistólica.
"Estos nuevos hallazgos indican
que la hipertensión observada en respuesta a la exposición al ruido
durante la noche podría explicarse por el aumento de la activación simpática pero también por la disfunción endotelial",
ha comentado el vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación
Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y miembro de la
FEC, Alejandro Berenguel Senén.
De hecho, prosigue, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que durante la noche no
deberían de superarse los 30 decibelios para poder garantizar el
descanso dentro de una comunidad. "Lamentablemente, muchas veces es
difícil que se logren cumplir estos niveles debido al ocio nocturno o a
la cercanía de los aeropuertos, como ya hemos comprobado", ha recalcado.
'Ruido y salud'
Por otra parte, la FEC ha recordado que la contaminación acústica se
ha convertido en uno de los principales problemas medioambientales de
España, como lo demuestra el informe 'Ruido y Salud', donde se indica
que es el segundo país más ruidoso del mundo, solo por detrás de Japón, y
que es el que posee un mayor índice de población expuesta a altos
niveles de ruidos, con más de nueve millones de ciudadanos que soportan
niveles por encima de los límites que permite la OMS, 65 dB durante el
día y de 55 dB por la noche.
Por ello, la FEC ha recordado la
necesidad de que "todos" de las administraciones como de los ciudadanos,
creen entornos sonoros promotores de salud que velen por el descanso de
la población.
Finalmente, ha recomendado a los grupos más
vulnerables al ruido (niños, enfermos crónicos y personas de edad
avanzada) que eviten en la medida de lo posible las exposiciones a zonas
de alto ruido, y a las administraciones que velen para garantizar que se cumplen las medidas adecuadas para la prevención de la contaminación acústica.
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