BARCELONA.- El grupo de
investigación de Biología de Sistemas Integrativa, Metabólica y Cáncer
de la Universidad de Barcelona (UB) ha descubierto que las propiedades
que contiene la piel de las aceitunas reduce notoriamente los tumores
intestinales.
La principal investigadora, Marta Cascante, ha explicado que esta parte de las aceitunas actualmente no
tiene aprovechamiento y que ella siempre ha pensado "que debía hacer
algo para ayudar a las personas que tienen tendencia a generar pólipos
intestinales en el colon y el recto".
El estudio de Cascante, que fue galardonado el pasado jueves
con el premio del Consejo Social y Fundación Bosch i Gimpera (FBG) en
la categoría Antoni Caparrós al mejor proyecto de transferencia de
conocimiento, está encaminado a desarrollar un suplemento alimenticio
para las personas afectadas.
Este suplemento, de carácter natural por estar elaborado con
los desechos de las aceitunas que quedan tras la producción de aceite,
ayudará a reducir los tumores intestinales además de "generar un valor
aprovechando los residuos de la industria alimentaria", ha augurado
Cascante.
La investigadora ha argumentado la importancia de elaborar
un producto de este tipo porque las personas que sufren estos pólipos
intestinales tienen que someterse durante toda su vida a controles muy
exhaustivos y a varias extracciones de pólipos para evitar que se
transformen en tumores.
"En algunos casos, desgraciadamente, el problema no se
solventa hasta terminar con una colectomía", ha añadido Cascante, que ha
reivindicado la necesidad de investigar tratamientos "para esta
enfermedad minoritaria".
Hasta el momento, las investigaciones han sido con ratones, a
los que se les ha suministrado durante seis semanas el compuesto de
pieles de aceituna para comprobar si la reducción de los pólipos
intestinales era efectiva, con lo que se ha podido demostrar una
reducción del 45 por ciento.
Cascante ha subrayado que el tema del reciclaje y la
reutilización es "un tema de futuro" y que cada vez el interés por
intentar extraer un producto reutilizado de materiales que son
considerados como desecho es mayor.
"Este proyecto es importante porque si el producto que
consigues proviene de productos actualmente considerados como residuos,
el valor es doble: ambiental y social", ha concluido la investigadora de
la UB.
En este momento, el proyecto está preparado para pasar a una
fase de ensayo clínico, en manos de la empresa Biomaslínic y de otras
empresas de su entorno, que han sido los que han aportado una mayor
financiación al proyecto de Marta Cascante.
La premiada también ha anunciado que, en la misma línea,
está trabajando con muy buenos resultados en la reutilización de una
parte de las uvas, aunque ha explicado que este proyecto no ha tenido
tanta suerte como el de las aceitunas.
"Estamos buscando una empresa que le interese y nos ayude
con el proyecto de convertir los residuos de la uva en productos para la
salud intestinal", ha reconocido.
Además del estudio de Cascante, la Fundación Bosch i Gimpera
también premió el jueves a Benjamí Oller por el mejor artículo
publicado en una revista científica sobre el diseño de una molécula a
partir del veneno de una abeja, y a José Manuel Blecua por el mejor
artículo en una revista de humanidades y ciencias sociales por un
trabajo sobre crecimiento urbano e infraestructuras.
Igualmente fue premiada Minoryx Therapeutics como la mejor
empresa innovadora por sus investigaciones de nuevos fármacos para
enfermedades raras de la infancia y adolescencia, mientras que el mejor
proyecto de transferencia de conocimientos fue para la exposición de
Mireia Freixa sobre el Modernismo en las artes industriales.
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