martes, 15 de febrero de 2011

Las bebidas energéticas pueden ser peligrosas para niños y adolescentes

El consumo de bebidas energéticas puede ser peligroso para niños y adolescentes, causando --sobre todo por su exceso de cafeína y de ingredientes similares-- palpitaciones, ataques, ictus e incluso la muerte súbita, según un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami, que han publicado este trabajo en 'Pediatrics'.
   El equipo del doctor Steven Lipshultz, jefe de Pediatría de la Universidad de Miami, revisó datos de gobiernos, grupos, literatura científica, casos registrados y artículos publicados en medios de información general y de negocios. En su informe, señalan que algunas de estas bebidas tienen entre cuatro y cinco veces más cafeína que la soda y dicen que algunos menores consumen entre cuatro y cinco bebidas diarias.
   Esta investigación apunta también que las bebidas energéticas suelen contener ingredientes que pueden aumentar los efectos excitantes de la cafeína o que puede tener otros efectos secundarios, entre los que se incluyen las nauseas y la diarrea.
   Así, recomiendan que los pediatras pregunten, de forma rutinaria, a los pacientes y a sus padres sobre el uso de bebidas energéticas y les adviertan de sus efectos. "Debemos desaconsejar su consumo diario", ha dicho Lipshultz.
   Asimismo, ha pedido que se regulen estos productos de forma tan estricta como el tabaco, el alcohol o la prescripción de fármacos. "Para la mayoría de los niños, adolescentes y adultos jóvenes, no están establecidos cuáles son los niveles seguros de consumo", apunta.
   Las bebidas energéticas aparecieron en el mercado hace ahora más de 20 años y su consumo ha sido el de más rápido crecimiento dentro del sector de las bebidas. Se espera que las ventas de 2011 lleguen a los 9.000 millones de dólares (unos 6.655 millones de euros), según este informe, que sugiere que cerca de un tercio de los adolescentes y jóvenes consume estos productos de forma regular. Sin embargo, aún faltan investigaciones sobre los riesgos a largo plazo de su uso y sus efectos en niños, sobre todo en aquellos con enfermedades que puedan aumentar estos riegos.
     La American Association of Poison Control Centers adoptó a finales de 2010 una serie de códigos para comenzar a contabilizar las sobredosis con bebidas energéticas y sus efectos secundarios en todo el país. De octubre a diciembre se registraron un total de 677 casos. Este año ya llevan contabilizados 331 casos, la mayoría en niños y adolescentes, viéndose implicados en un cuarto de ellos niños menores de seis años, según datos de este grupo de control de intoxicaciones.

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