martes, 8 de marzo de 2011

Investigadores españoles avanzan en la personalización de las terapias contra la hepatitis

Investigadores del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) han dado un paso adelante en la personalización de las terapias contra la hepatitis B y C, mediante la aplicación de tecnologías de análisis genético y molecular.
   El proyecto consiste en aplicar la pirosecuenciación ultrasensible y el análisis bioinformático, junto con otras tecnologías de análisis, y minimizar así los costes sanitarios y los efectos secundarios que padecen los enfermos, desarrollando las herramientas diagnósticas más sencillas y útiles para identificar cuál es el mejor tratamiento para cada paciente.
    El VHIR colabora con Roche Diagnostics, ABL y el Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Hepáticas y Digestivas (Ciberehd), en un acuerdo financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.
   El convenio, denominado 'Estudio de quasiespecies de los virus de la hepatitis B y C y de polimorfismos genómicos asociados a respuesta al tratamiento antiviral por pirosecuenciación', permitirá diseminar los resultados entre la comunidad científica y empresarial después de analizar en cifras el resultado de las investigaciones.
   Roche y ABL orientarán la capacidad tecnológica, la experiencia y el conocimiento de los investigadores del VHIR y Ciberehd en la investigación de mutaciones y terapéutica experimental en hepatitis B y C, en la caracterización de los factores pronóstico de respuesta al tratamiento con antivirales contra la hepatitis B y C, en genómica computacional, regulación génica y ultrasecuenciación.
   La infección por el virus de la hepatitis C es un problema que afecta al 3% de la población mundial, una enfermedad crónica que padecen cerca de 200 millones de personas.
   Una gran parte de los pacientes infectados la adquirieron entre 15 y 25 años antes de la identificación del virus y el desarrollo e implementación de los tests de diagnóstico.
   La infección es asintomática hasta llegar a fases avanzadas en las que aparecen complicaciones como la cirrosis descompensada o el carcinoma hepatocelular.
   Mientras que en las primeras fases los recursos para controlarla son muy pocos, en las avanzadas son enormes, y un porcentaje significativo de pacientes requieren un trasplante hepático con el consiguiente aumento en los costes directos e indirectos, pérdida de calidad de vida y aumento de la morbimortalidad.
   El virus de la hepatitis B ha infectado a 2.000 millones de personas en el mundo, 400 millones de las cuales lo padecen de forma crónica y evoluciona en muchos casos (25%-40%) hacia la cirrosis y el carcinoma hepatocelular, siendo una de las causas principales de muerte.

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