Las mujeres que reciben implantes de mama de silicona son propensas a necesitar una operación adicional en los 10 años siguientes por complicaciones como la rotura del dispositivo, dijo el miércoles el organismo regulador de temas de salud de Estados Unidos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos trabajará para revisar las etiquetas de seguridad de los implantes mamarios de silicona después de revisar los datos de varios estudios a largo plazo, que también mostraron que los productos tenían una pequeña relación con una rara forma de cáncer.
La agencia dijo que los estudios en general confirmaron su decisión de que los implantes se pueden utilizar con seguridad, pero destacó que las conclusiones podrían ser limitadas, debido a que algunas mujeres los abandonaron.
"El punto clave es que los implantes de mama no son dispositivos de por vida", dijo Jeff Shuren, director de Centro para Dispositivos Médicos y Salud Radiológica de la FDA.
"Cuanto más tiempo se tenga el implante, más probable es que se sufran complicaciones".
Hubo casi 400.000 procedimientos de ampliación o de reconstrucción de mama en Estados Unidos en 2010, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos. Eso incluye implantes de silicona y de solución salina.
Hasta un 70 por ciento de todas las mujeres sometidas a una operación por enfermedad o trauma y hasta el 40 por ciento de las que recibieron un proceso de ampliación con silicona necesitaron otra operación en los 10 años posteriores, según mostraron los estudios posteriores a la aprobación.
La FDA aprobó los implantes de mama rellenos con gel de silicona comercializados por Allergan y la unidad de Johnson & Johnson Mentor en 2006. El organismo había prohibido los implantes de silicona a la mayoría de las mujeres estadounidenses en 1992 después que algunas se quejaran de que los dispositivos tenían filtraciones y les habían producido enfermedades crónicas.
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