En el mayor estudio sobre el desarrollo del cerebro en niños preescolares con autismo hasta la fecha, una investigación realizada por investigadores de la Universidad de California en Davis, ha observado que los niños de 3 años de edad con autismo regresivo, y no con autismo de inicio temprano, tienen cerebros más grandes que sus contrapartes sanas. El estudio ha sido publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
"El hallazgo de que los niños con autismo regresivo muestran una forma diferente de neuropatología que los niños con autismo de aparición temprana es una novedad", afirma Christine Wu Nordahl, investigadora de la Universidad de California en Davis, "además, cuando se evaluó a niñas con autismo por separado de los niños, se encontró que no hay niñas --independientemente de la aparición temprana o del autismo regresivo-- con un crecimiento anormal del cerebro".
"Estos hallazgos se suman a la creciente evidencia de que existen varios subtipos biológicos del autismo, con diferentes bases neurobiológicas.", afirma Amaral, profesor de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Universidad de California.
Para el estudio, los autores incluyeron a un total de 180 niños con edades entre los 2 y los 4 años, 114 de los participantes tenían trastornos del espectro autista, el resto de participantes de la misma edad participaron como controles. De los niños con autismo, un 54 por ciento fue diagnosticado con la forma regresiva y un 46 por ciento con el tipo no regresivo.
Los investigadores recogieron imágenes por resonancia magnética (IRM) de 180 participantes de 3 años de edad. Para evaluar la tasa de crecimiento del cerebro antes de los 3 años, los investigadores analizaron las mediciones de circunferencia de la cabeza del niño sano realizadas en las visitas al pediatra desde su nacimiento hasta los 18 meses.
Las imágenes de resonancia magnética se llevaron a cabo en los participantes del estudio durante el sueño natural, utilizando protocolos desarrollados específicamente para el Proyecto de Autismo Fenoma.
Según el estudio, el crecimiento de la cabeza y la ampliación acelerada del cerebro se observó consistentemente sólo en el subgrupo de niños con diagnóstico de autismo regresivo; en concreto, el volumen cerebral total a los tres años de edad en los varones con autismo regresivo era un 6 por ciento mayor que el de los niños con un desarrollo típico.
Estos análisis indican claramente que el crecimiento del cerebro empieza a ser anormal de los 4 a 6 meses de edad; esto es de particular interés ya que muchas familias creen que el detonante que ocasionó la regresión de su hijo se llevó a cabo mucho más tarde.
Por otro lado, los datos reportados en este trabajo también indican que el proceso que conduce al crecimiento anormal del cerebro, que también se asocia con la aparición del autismo, se inicia cuando el niño es un recién nacido.
Aún queda mucho por dilucidar respecto a los cambios cerebrales asociados con el autismo, señalan los autores. En el estudio actual, no todos los niños con la regresión muestran el crecimiento cerebral precoz. El equipo de investigación también continúa sus esfuerzos para definir la patología cerebral subyacente en niños con autismo de aparición temprana y en niñas con autismo.
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