Investigadores del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública y el Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra aseguran que la dieta mediterránea podría aumentar las posibilidades de lograr un embarazo, según los datos de un estudio que publica la revista 'Fertility and Sterility'.
El trabajo está coordinado por Jokin de Irala, catedrático de Medicina Preventiva, y se ha realizado con una muestra de 2.000 mujeres de entre 20 y 45 años, en quienes se observó que aquellas que más se adherían a un patrón de dieta mediterránea tenían menos dificultades para lograr un embarazo.
Las voluntarias seguían dos patrones de dieta fundamentales: un patrón más occidentalizado y un patrón mediterráneo. "El primero se caracterizó por un alto consumo de carnes rojas, comida rápida, lácteos enteros, repostería industrial, patatas, huevos, cereales refinados, salsas, comidas procesadas y refrescos azucarados", explica una de las investigadoras del proyecto, Estefanía Toledo.
Por el contrario, "el patrón de dieta mediterráneo incluía un alto consumo de aceite de oliva, verduras, pescados, frutas y carne de ave en lugar de carnes rojas, así como mayor consumo de lácteos bajos en grasa", subraya.
En función de estos dos modelos, y tras realizar el seguimiento de las voluntarias durante una media de seis años y medio, los especialistas identificaron que las mujeres con mayor adhesión al patrón mediterráneo habían presentado una probabilidad un 44 por ciento menor de consultar al médico por tener dificultades para quedarse embarazadas.
En España la infertilidad es un problema que afecta al 10 por ciento de las parejas, según señalan los expertos. "Entre sus causas, que pueden ser tanto masculinas como femeninas, destacan los trastornos ovulatorios, la endometriosis, alteraciones en las trompas, en el cuerpo uterino o cérvix, trastornos en el esperma e incluso factores psicológicos", señala Estefanía Toledo.
Asimismo, puede afectar a la fertilidad el estilo de vida, el consumo de tabaco, alcohol o cafeína, la actividad física, etcétera. Por ello los especialistas aconsejan acudir al médico cuando la pareja tarde más de 12 meses en lograr el embarazo.
Este trabajo se enmarca dentro del proyecto Seguimiento Universidad de Navarra (SUN), dirigido por el catedrático de Medicina Preventiva Miguel Ángel Martínez-González, que cuenta con una cohorte de más de 21.000 graduados universitarios procedentes de toda España. Sus estudios comenzaron en 1999 y cuentan con la financiación del Instituto de Salud Carlos III.
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