Científicos de la Universidad de Columbia en
Nueva York (Estados Unidos) han descubierto como la enfermedad de
Alzheimer parece expandirse por el cerebro con un patrón predecible,
infectando una neurona tras otra a medida que se propaga entre circuitos
relacionados conocidos como sinapsis.
Los hallazgos, publicados en la edición 'on-line' de la
revista 'PloS One', ayudan a confirmar nuevos datos sobre cómo la
enfermedad pasa de una región a otra del cerebro, por lo que bloquear
dicho proceso lo antes posible evitaría que la enfermedad se propague.
Algunos estudios previos con humanos ya habían sugerido que la
enfermedad de Alzheimer se expande de una región a otra del cerebro, en
lugar de surgir espontáneamente en las distintas zonas, aunque no había
pruebas suficientes para confirmarlo.
"Todos hablan de la 'expansión' del Alzheimer, pero realmente
no existía una teoría concreta", ha reconocido a Reuters Karen Duff y
Scott Small, investigadores que han trabajado en este estudio.
Durante la investigación, ambos científicos utilizaron ratones
genéticamente modificados para acumular depósitos de proteína Tau --que
forma marañas de fibras en el cerebro de los afectados por esta
enfermedad-- en un centro cerebral clave para la memoria conocido como
corteza entorrinal, que es donde esa proteína tóxica comienza a
acumulares en humanos.
El equipo analizó los cerebros de los ratones periódicamente
durante un periodo de 22 meses, para ver cómo avanzaba la enfermedad, y
hallaron que, a medida que los ratones envejecían, la proteína Tau
humana anormal se propagaba junto con un sendero relacionado, viajando
desde la corteza entorrinal al hipocampo y a la neocorteza, zonas del
cerebro necesarias para formar y almacenar recuerdos.
El equipo también descubrió que la Tau se movía por el cerebro
de neurona en neurona a través de la sinapsis, puntos de conexión que
permiten a las células nerviosas comunicarse.
Los investigadores creen que esos hallazgos sugieren nuevas
estrategias para diagnosticar y tratar la enfermedad de Alzheimer. "Las
técnicas de diagnóstico por imagen permiten detectar la disfunción en la
corteza entorrinal, lo que será particularmente útil en el diagnóstico
de la enfermedad en estadios tempranos", señalaron.
Además, añaden que "lo más importante" de este hallazgo es que
permitirán desarrollar "formas de mejorar el tratamiento".
"Si fuera
posible 'tratar' el Alzheimer cuando aparece primero en la corteza
entorrinal, esto evitaría su expansión", aseguran.
El estudio ofrece una nueva diana para el diagnóstico y
tratamiento de esta dolencia, que apunte a la proteína Tau en lugar de
la amiloide, que genera la placa que se forma en el cerebro de los
pacientes.
Sin embargo, el investigador del Centro de Biología Molecular
Severo Ochoa, Jesús Ávila, reconoce que el hallazgo es "una hipótesis
más" que añadir a otras investigaciones sobre la propagación del
Alzheimer ya que, como reconoce, "es posible incluso que
haya más de una vía de propagación".
En este caso, explica Ávila, ha quedado claro dónde se origina
la enfermedad pero, en cambio, "no queda bien indicado cómo se propaga
de neurona a neurona".
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