jueves, 16 de febrero de 2012

El control metabólico materno "repercute a corto y largo plazo en la salud de los recién nacidos"

El control metabólico materno "repercute a corto y largo plazo en la salud de los recién nacidos", según el grupo de Investigación y Regulación del Metabolismo de la Universidad CEU San Pablo. 

    El equipo dirigido por la catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, María Pilar Ramos, estudia los mecanismos implicados en la resistencia insulínica, que es una alteración hormonal asociada a patologías tan importantes como la diabetes tipo 2, el cáncer o la obesidad. Este trabajo de investigación es realizado a través de la red de la Comunidad de Madrid para el estudio de la diabetes.
   Esta patología es una de las enfermedades crónicas más comunes, ya que según la Organización Mundial de la Salud, en 2011 se registraron más de 340 millones de enfermos. Las previsiones son aún más negativas, pues se estima que en 2025 sean 400 los millones de personas afectadas.
   Los diabéticos debutan con la enfermedad porque son resistentes a la insulina, lo que les hace tener más posibilidades de desarrollar envejecimiento prematuro que las personas con buen estado de salud. Además, esta afección les supone un "importante impacto económico", que salpica a sus familias y al sistema de salud.
   Para llegar a la conclusión de que el control metabólico repercute en los bebés, el grupo de investigación de CEU ha estudiado los posibles mecanismos que tienen lugar en las células, sobretodo en el tejido adiposo y en el hígado, para que se produzca la resistencia insulínica. Durante el proceso el interés se ha centrado "en la inflamación y el estrés oxidativo", explican los investigadores.
   Una vez que estos trabajos sean estudiados con mayor pormenorización se podrán establecer "nuevas dianas para el tratamiento y la prevención de esta alteración y de las complicaciones asociadas a ella", sostienen.
   En la actualidad, las investigaciones están focalizadas en la diabetes gestacional y en la obesidad infantil. En el primer caso, los científicos subrayan que "el aumento del estrés oxidativo favorece el desarrollo de la enfermedad en el bebé", mientras que "si la madre come menos en el primer trimestre disminuirán las posibilidades de obesidad infantil en el futuro", explican.
   Todos estos resultados son fruto de estudios en ratas y ratones, pero ya han comenzado los ensayos con mujeres gestantes diabéticas, niños que nacieron con poco peso y menores obesos. Si los datos siguen siendo favorables, "se mejorará la calidad de vida de las personas que sufren estas patologías", concluyen los investigadores.

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