Una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con participación de la Universidad de Castilla La Mancha y la Universidad Autónoma de Madrid, ha descubierto que los astrocitos --las células más abundantes del cerebro, junto con las neuronas-- están involucradas en los procesos relacionados con la memoria y el aprendizaje.
En concreto, han visto que los astrocitos controlan y regulan la eficacia de la comunicación entre neuronas. Este fenómeno los relaciona, por tanto, con los procesos de transmisión y almacenamiento de información en el cerebro.
El artículo, publicado este lunes en 'PLoS Biology', revela que estas células juegan un papel fundamental en la señalización que desencadena la potenciación a largo plazo (LTP, en inglés) de la eficacia con la que dos neuronas se comunican.
Según el investigador del Instituto Cajal del CSIC Alfonso Araque, director del trabajo, "hasta ahora se creía que los astrocitos sólo cumplían un papel de soporte en el cerebro".
El equipo ha descubierto que, frente a un estímulo nervioso, las neuronas liberan un neurotransmisor denominado acetilcolina, que activa los astrocitos. A consecuencia de ello, los astrocitos aumentan su nivel de calcio intracelular y secretan otro neurotransmisor denominado glutamato. Este transmisor químico es detectado por las neuronas aledañas sobre las que produce la LTP.
Los resultados se han obtenido con experimentos con ratones modificados genéticamente, en los que se redujo la señal de calcio de los astrocitos. Dicha alteración demostró que los niveles de LTP también estaban comprometidos, lo que indica que el aumento de calcio en astrocitos es fundamental para la liberación de transmisor glutamato y, por tanto, la generación de LTP.
Según indica el investigador del CSIC, esta LTP, que genera "un aumento de entre un 200 y un 300 por cien de la eficacia con que una neurona se comunica con otra, estaba disminuida en los ratones modificados genéticamente en los que se redujo la señal de calcio en astrocitos".
Este trabajo pone de manifiesto, por primera en animales en vivo, que los astrocitos son elementos activos en los procesos de señalización celular en el sistema nervioso. Junto a las neuronas son, por tanto, responsables de cómo se procesa y se almacena la información en el cerebro.
Dado que el CSIC ha demostrado que los astrocitos están involucrados en los mecanismos celulares que subyacen los procesos de memoria, se desprende que también puedan jugar un rol importante en las enfermedades relacionadas con ella, como es el caso de la enfermedad de Alzheimer. Araque cree que los astrocitos podrían ser, por tanto, "una posible diana terapéutica para tratar esta dolencia".
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