Diez días después de que la Agencia Reguladora de Medicina y Productos Médicos (MHRA, por sus siglas en inglés), del Reino Unido, anunciara que los pacientes con implantes de cadera MOM (metal sobre metal) necesitarán chequeos anuales; 'The Lancet' ha publicado una 'evidencia inequívoca', a partir de la mayor base de datos sobre las prótesis de cadera en el mundo, que confirma que los implantes MOM están fallando a un ritmo mucho mayor que otros tipos de prótesis, en particular, aquellos con de mayor tamaño, y los implantados en mujeres -en las cuales las tasas de fracaso son hasta cuatro veces mayores.
Aunque el uso de implantes MOM ha disminuido en Inglaterra y Gales, los datos recientes sugieren que todavía se utilizan ampliamente en los EE.UU., siendo el 35% de los implantes de prótesis de cadera utilizados en 2009. El uso de implantes MOM se hizo popular porque se creía que reducían la probabilidad de dislocación, y porque son muy resistentes al desgaste.
En este nuevo estudio, un equipo dirigido por Ashley Blom, de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, analizó los datos del National Joint Registry of England and Wales, que incluye registros de más de 400.000 reemplazos de cadera (de los cuales 31.171 eran MOM), realizados entre 2003 y 2011 -a los que se les realizó un seguimiento de hasta 7 años, después de la cirugía.
Los resultados del análisis de datos mostraron que los implantes MOM fallaban mucho más que otros tipos de prótesis, como los de cerámica-cerámica. Por otro lado, en las mujeres, las tasas de fracaso de los implantes de MOM fueron hasta cuatro veces superiores a los de otras prótesis.
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