LONDRES.- Un grupo de científicos tuvo éxito por primera vez en
la extracción de células de la piel de pacientes con insuficiencia
cardíaca para su posterior transformación en tejido saludable del
corazón, que podría ser usado algún día para tratar esa patología.
Los investigadores, con sede en Haifa, en Israel,
dijeron que aún quedaban años de pruebas y perfeccionamiento de la
técnica. Pero los resultados suponen que finalmente se podrían
reprogramar las células de los pacientes para que sanen sus propios
corazones afectados.
"Hemos demostrado que es posible coger células cutáneas
de un paciente anciano con insuficiencia cardíaca avanzada y terminar
obteniendo en el laboratorio células que laten, saludables y jóvenes,
equivalentes a sus células cardíacas casi cuando se generaron", dijo
Lior Gepstein, del Instituto de Tecnología Technion-Israel, autor del
estudio.
El equipo, cuya investigación fue publicada el
miércoles en el European Heart Journal, indicó que los ensayos clínicos
sobre la técnica podrían comenzar dentro de 10 años.
La insuficiencia cardíaca es una enfermedad debilitante
en la que el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre a todo el
cuerpo. La dolencia se ha vuelto más común en las últimas décadas, a
medida que los avances médicos permiten que cada vez más personas
sobrevivan a un infarto.
Ahora, las personas con insuficiencia cardíaca severa
tienen que depender de dispositivos mecánicos o de la esperanza de un
trasplante de corazón.
Los científicos han estado estudiando las células madre
de varias fuentes durante más de una década, con la esperanza de
capitalizar su capacidad de transformarse en una amplia variedad de
otros tipos celulares, con el fin de tratar una serie de enfermedades.
Hay dos tipos principales de células madre: las
embrionarias, que se toman de embriones de días de vida, y las
pluripotentes inducidas (conocidas como iPS), que suelen provenir de la
piel o la sangre.
El equipo de Gepstein tomó células de la piel de dos
hombres con insuficiencia cardíaca -de 51 y 61 años- y las transformó,
añadiendo tres genes y luego una pequeña molécula llamada ácido
valproico al núcleo celular.
Los expertos descubrieron que las células madre iPS
resultantes eran capaces de diferenciarse y convertirse en células del
músculo cardíaco, o cardiomiocitos, de manera tan efectiva como las iPS
humanas desarrolladas a partir de voluntarios jóvenes saludables que
actuaron como grupo de control en el estudio.
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