La línea de Investigación de Cardiovascular
de la Fundación del Hospital Clínico de Valencia (INCLIVA) ha
descubierto un grupo de biomarcadores que detecta los casos en los que
existe una isquemia coronaria aguda aún cuando los métodos tradicionales
de diagnóstico urgente resultan negativos, según ha informado la
Generalitat en un comunicado.
El estudio, ha explicado, se ha realizado en los laboratorios de
INCLIVA en colaboración con el Servicio de Cardiología del Hospital
Clínico Universitario de Valencia y se ha publicado este mes en la
revista 'JACC, Journal of the American College of Cardiology'. La
investigación ha sido dirigida por el doctor Vicente Bodí en
colaboración con otros investigadores de la fundación.
Este trabajo nació con el objetivo de analizar cómo se altera el
metabolismo cardiaco al producirse la isquemia coronaria aguda, qué
marcadores bioquímicos concretos sufren alteraciones y de qué tipo, ha
precisado la Generalitat, que ha indicado que el estudio concluye que en
caso de isquemia los niveles de glucosa, lactosa o glutamina se
incrementan, decrecen los triglicéridos y se producen cambios en los
niveles de ácidos grasos.
El investigador principal del proyecto, el doctor Bodí, ha
explicado que "cuando un paciente acude a urgencias con un dolor de
pecho, mediante la analítica bioquímica diseñada se puede determinar si
se trata de una angina de pecho o es un simple dolor inespecífico".
"Hasta la fecha, al recibir un enfermo con este tipo de dolores, se
analizan sus nieles de troponina y se le realiza un electrocardiograma",
ha dicho.
En el cincuenta por ciento de los casos los resultados de las
pruebas suelen ser normales y salvo que la intuición y la experiencia
del especialista determinen otro proceder, el paciente vuelve a su casa.
Ahora bien, un porcentaje de estos casos donde no existen evidencias
clínicas, sufrirán una cardiopatía sistémica aguda, una angina de pecho
inestable, según la Generalitat.
La firma bioquímica diseñada es un método de diagnóstico eficaz,
rápido y barato para discriminar qué pacientes con dolor torácico agudo
desarrollarán un síndrome coronario agudo o una angina de pecho. El
modelo creado tiene un valor predictivo fiable de más del 95 por ciento
para detectar las llamadas anginas de pecho inestables.
La primera fase de la investigación se realizó a nivel
experimental, diferenciando el conjunto de cambios que se detectan en
los metabolitos cuando se produce una isquemia y que no se ven influidos
por otros factores como pueden ser fármacos o la dieta.
La determinación del conjunto de cambios en los metabolitos se
realizó mediante un modelo porcino de isquemia coronaria con hinchados
transitorios de un balón de angioplastia de la arteria coronaria en la
UCIM, la Unidad Central de Investigación de INCLIVA.
Se obtenía una muestra de sangre previa a la isquemia provocada y
otra en los cinco minutos posteriores a ésta y los resultados fueron
determinantes, apreciándose variaciones significativas en 32 metabolitos
relacionados con el metabolismo cardiaco, según ha explicado la
administración autonómica.
Los cambios en estos 32 indicadores se analizaron globalmente
mediante técnicas estadísticas complejas cuyo resultado fue una
"biofirma" o "biosignatura" en sangre de una isquemia coronaria. Este
trabajo se realizó en cooperación con el Laboratorio de Metabolómica de
la Fundación dirigido por el doctor Daniel Monleón.
La segunda fase de la investigación fue su validación en pacientes
con angioplastia coronaria programada y con episodios transitorios de
isquemia coronaria. Este modelo experimental permitió discriminar con
gran fiabilidad los pacientes con suficiencia isquémica de un grupo de
control no sometido a isquemia coronaria.
La tercera fase del estudio se desarrolla ya en un grupo de
pacientes no controlados que acuden al hospital con dolor torácico
cardiaco. Se les realizó, además de las pruebas habituales,
electrocardiograma y análisis de troponina, un análisis de sus
metabolitos cardiacos.
La investigación concluye que los biomarcadores objeto de la
investigación resultan alterados aún en pacientes que presentaban un ECG
y niveles de troponina normales y permitió descartar que pacientes iban
a sufrir una angina de pecho a pesar de tener unos resultados clínicos
normales.
Este trabajo ha dado lugar a otro proyecto en el que se están
validando los hallazgos a nivel nacional, en colaboración con más de
quince hospitales en toda España.
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