Una investigación del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) español ha descubierto que la presencia de
granulocitos inmaduros entre las células mononucleares de sangre
periférica (PBMC, de sus siglas en inglés) de un paciente indica que
padece lupus eritematoso sistémico. Este descubrimiento puede mostrar
que clave del diagnóstico del lupus está en la sangre periférica.
El objetivo de la investigación, publicado en la revista 'Journal
of Proteomics', era detectar biomarcadores para el diagnóstico y la
evolución de esta dolencia, ya que en la actualidad no existen pruebas
diagnósticas definitivas que confirmen el lupus. El diagnóstico del
lupus se basa en el análisis de la historia clínica, en un meticuloso
examen físico y en algunas pruebas elementales de laboratorio.
El hallazgo se ha realizado mediante la comparación del conjunto
de proteínas (proteoma) de los PBMC de pacientes con lupus e individuos
control. Los resultados indican que la proteína S100A9 se sobreexpresa
en casos de lupus y su actividad está correlacionada con el nivel de
granulocitos inmaduros en la PBMC.
"Los pacientes con una mayor cantidad de este tipo celular en
sangre periférica tienen una mayor prevalencia de manifestaciones
cutáneas y vasculitis", explica el investigador del Instituto de
Parasitología y Biomedicina López Neyra del CSIC que ha dirigido el
trabajo, Jaime Sancho.
Funcionalmente, los granulocitos inmaduros tienen características
de células proinflamatorias y una gran capacidad para inducir la muerte
de células endoteliales. Este factor podría estar relacionado con el
alto riesgo de los enfermos de padecer arterioesclerosis prematura y una
mayor incidencia de accidentes vasculares (infartos).
El lupus es una enfermedad autoinmune de origen desconocido que
afecta sobre todo a mujeres en edad fértil, que sufren esta dolencia
nueve veces más que los hombres. En Europa, se calcula que afecta a 40
de cada 100.000 personas.
La sintomatología del lupus es muy variada y puede afectar a
cualquier órgano o sistema del cuerpo. Sus manifestaciones más
frecuentes son las cutaneoarticulares con eritemas (inflamaciones)
malares en forma de alas de mariposa. Los síntomas dermatológicos suelen
aparecer en el 65 por ciento de los enfermos.
El hallazgo de Sancho, que ha contado con la colaboración de
investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona
del CSIC y del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, podría dar
lugar a una prueba diagnóstica definitiva para reconocer y hacer el
seguimiento de esta enfermedad.
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