En ambientes de
altura la cantidad de oxígeno disponible es menor que a nivel del mar.
Aunque el cuerpo humano es capaz de adecuarse a estos niveles, algunas
patologías impiden una oxigenación adecuada, sobre todo si es necesario
establecerse en lugares geográficamente altos.
Con este examen de simulación de altura entre 2500 y 3000 mts. se pesquisa a quienes, dado una falencia cardiovascular o respiratoria, no puede estar a estas altitudes sin un suplemento extra de oxígeno, por lo que es previsiblemente riesgoso para su salud realizar actividades sin las debidas precauciones.
"El test mide cuál será el nivel de presión y saturación de este gas que tendrá una persona en su sangre arterial, particularmente en un vuelo comercial estándar, dado que la altura de cabina en un vuelo presurizado es del orden de hasta tres mil metros sobre el nivel del mar. También simula la actividad metabólica a esas altitudes", explica el doctor Rodrigo Soto Figueroa, médico broncopulmonar de Clínica Alemana, de Santiago de Chile.
La prueba simula la presión ambiental de oxígeno mediante una máscara de Venturi al 40%, alimentada con nitrógeno, lo que genera un porcentaje de oxígeno entre 15 y 16% (el aire tiene 21%). Esto origina una presión del gas similar a la de una altitud de tres mil metros.
Manteniendo esas condiciones, se hace una medición no invasiva de saturación de oxígeno en la sangre y un monitoreo de actividad electrocardiográfica en reposo. Luego, y siempre bajo la misma mezcla gaseosa, se repiten las mediciones con la persona caminando a tres km/hr. en una "correa sin fin", lo cual equivale a una caminata a paso tranquilo. Así se mide cómo reaccionará en altura.
El examen dura 15 minutos y el resultado se entrega en menos de una hora. Sus requisitos son la firma del consentimiento informado y saber que sólo se puede testear la actividad hasta tres mil metros.
Con este examen de simulación de altura entre 2500 y 3000 mts. se pesquisa a quienes, dado una falencia cardiovascular o respiratoria, no puede estar a estas altitudes sin un suplemento extra de oxígeno, por lo que es previsiblemente riesgoso para su salud realizar actividades sin las debidas precauciones.
"El test mide cuál será el nivel de presión y saturación de este gas que tendrá una persona en su sangre arterial, particularmente en un vuelo comercial estándar, dado que la altura de cabina en un vuelo presurizado es del orden de hasta tres mil metros sobre el nivel del mar. También simula la actividad metabólica a esas altitudes", explica el doctor Rodrigo Soto Figueroa, médico broncopulmonar de Clínica Alemana, de Santiago de Chile.
La prueba simula la presión ambiental de oxígeno mediante una máscara de Venturi al 40%, alimentada con nitrógeno, lo que genera un porcentaje de oxígeno entre 15 y 16% (el aire tiene 21%). Esto origina una presión del gas similar a la de una altitud de tres mil metros.
Manteniendo esas condiciones, se hace una medición no invasiva de saturación de oxígeno en la sangre y un monitoreo de actividad electrocardiográfica en reposo. Luego, y siempre bajo la misma mezcla gaseosa, se repiten las mediciones con la persona caminando a tres km/hr. en una "correa sin fin", lo cual equivale a una caminata a paso tranquilo. Así se mide cómo reaccionará en altura.
El examen dura 15 minutos y el resultado se entrega en menos de una hora. Sus requisitos son la firma del consentimiento informado y saber que sólo se puede testear la actividad hasta tres mil metros.
Esta evaluación sirve especialmente, para quienes realicen viajes en aviones comerciales y también puede servir para algunos requisitos laborales correspondientes a la altitud mencionada y, asimismo, puede simular la tolerancia esperada para resistir escalas en ciertos aeropuertos, como los de Ciudad de México, Bogotá o La Paz y estadías en centros turísticos altos.
Tienen más necesidad de hacérselo personas con enfermedad pulmonar crónica (EPOC), insuficiencias cardiaca y respiratoria en general, y quienes tienen secuelas crónicas cardiorrespiratorias. Además, se aconseja para quienes tienen anemia o deterioro neurológico.
“Las personas que requieren pruebas a mayores alturas, necesarias para trabajar a más de cuatro mil metros deben realizarse una completa evaluación clínica, y eventualmente un examen con una técnica distinta, como una cámara hipobárica (de baja presión), ya que estas personas tendrán inevitablemente hipoxia y su evaluación busca establecer si el riesgo de salud para ese trabajador será el riesgo estándar derivado de hipoxia de altura o estará aumentado por factores de la salud del paciente, como apnea del sueño o las condiciones mencionadas anteriormente”, agrega el doctor Soto.
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