Especialistas españoles han conseguido
aumentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida de pacientes con
tumores metastásicos resistentes a la quimioterapia, para los que se
consideraba que ya no había opción de tratamiento, gracias a la
aplicación con éxito por primera vez en España un tratamiento 'a la
carta'.
Esta técnica ha sido llevada a cabo por especialistas de la
Plataforma de Oncología de USP San Jaime (Alicante) que han demostrado
que se puede aumentar y mejorar la calidad de vida de pacientes
desahuciados; y les ha situado entre los pocos centros del mundo que
aplican con éxito un tratamiento personalizado.
"Con esta técnica se abre el campo de tratamientos quimioterápicos
a enfermos que están desahuciados; se ve que hay tratamientos posibles,
eficaces y de alta calidad", ha explicado a Europa Press el director de
la Plataforma, el doctor Antonio Brugarolas, quien entiende que se ha
abierto una puerta para aplicar el estudio genético en fases más
tempranas de la enfermedad.
El grupo de pacientes del estudio, liderado por Brugarolas,
permitió identificar en cada caso entre 5 y 8 fármacos eficaces, además
de la lista de todos los medicamentos a los que el tumor es resistente.
Administrar los medicamentos según los genes tumorales ha conseguido un
beneficio clínico en el 75 ó 80 por ciento de los pacientes, es decir
que "el tumor responde de una manera que se puede medir"; y en casi el
50 por ciento se ha observado una estabilización del tumor, lo que
significa que "se consigue detener su avance". Así, en casi la mitad, se
prolonga la vida durante más de un año.
"Los resultados son mejores que los que se obtienen con la
quimioterapia convencional, además ha demostrado que hay tratamiento en
estos pacientes resistentes", ha explicado este experto, que entiende
que el estudio aún necesita de una muestra mayor para encontrar tumores
resistentes a toda la selección. No obstante, suponiendo que la muestra
fuera representativa, el estudio expone "bastantes alternativas de
tratamiento".
Algunos de los pacientes han sobrevivido para probar una segunda
línea de tratamiento y "pueden llevar año y medio viviendo con una buena
calidad de vida cuando ya estaban desahuciados". Y es que el resultado
de esta técnica da pistas de 3 ó 4 tratamientos a los que el tumor no es
resistente, lo que facilita tener diferentes vías de tratamiento.
Al dar una quimioterapia seleccionada puede aumentar de seis meses
a un año la supervivencia mientras que la quimioterapia normal, en
estos casos, como mucho puede llegar a los tres meses. Además, existe
otra ventaja que es que la quimioterapia seleccionada en estos pacientes
ha sido menos tóxica," de forma que se ha mejorado la calidad de vida
de los enfermos tratados.
Pese a los resultados positivos del estudio, presentado la pasada
semana en la Reunión Anual de la American Society of Clinical Oncology
(ASCO) en Chicago (EE.UU), entiende que se pueden encontrar dificultades
a la hora de estandarizar este método dentro de la aplicación clínica,
ya que su desarrollo lo frena más el coste organizativo que económico.
"Puede costar entre 2.500 y 3.000 euros, que comparado con la
quimioterapia es casi igual", además "evita dar tratamientos inútiles",
con lo que se amortiza más aún el gasto. El problema, incide, se
encuentra en que "para poner en marcha esta técnica se tienen que tener
equipos adecuados de diferentes disciplinas".
"Cuando la cuestión es determinar si existe un gen alterado para
administrar un medicamento que se corresponde con esta alteración, el
problema es fácil, porque el resultado es concreto, pero cuando se trata
de encontrar los fármacos mas activos frente a este tumor, valorando
todo el oncograma genético, hay que tener un equipo interdisciplinar de
biólogos y médicos expertos en los diferentes genes y vías genéticas de
los medicamentos", añade.
A juicio de Brugarolas estos resultados, que se suman a un estudio
anterior desarrollado por el estadounidense Daniel Von Hoff, abren "un
camino importante", ya que "cuando ya no se sabe que hacer esta técnica
da nuevos tratamientos", lo que la convierte en la "esperanza" del
paciente desahuciado.
La técnica ha sido aplicada sobre una muestra de 80 pacientes, de
edades comprendidas entre los 41 y los 70 años, y cuyos tumores estaban
en una fase muy avanzada de su desarrollo o incluso terminal, entre los
que se encontraban cánceres de mama, pulmón, páncreas, colorrectal,
ovario, gástrico, hígado o sarcomas.
La idea de que para tratar el cáncer es necesario aplicar
tratamientos personalizados no es nueva, son muchos lo que ya han
desarrollado tratamientos e investigaciones pero por el momento su
desarrollo es lento. Con este objetivo la Plataforma de Oncología
desarrolla este Programa de Genética Molecular desde verano 2010, de la
mano de la Fundación TEDECA, una organización sin ánimo de lucro cuya
finalidad consiste en acercar al paciente oncológico los avances del
conocimiento científico, y difundir y desarrollar las técnicas de mayor
interés.
Brugarolas, quien lleva más de 20 años trabajando sobre la
identificación genética en tumores para el desarrollo de tratamientos,
explica que las nuevas tecnologías han permitido el análisis genético de
los tumores mediante 'microarrays', así ha conseguido observar su
respuesta o resistencia a la quimioterapia.
Este expertos destaca que es un campo de estudio de gran interés
es la predicción del perfil de respuesta a la quimioterapia, ya que
actualmente se cuentan con más de 200 fármacos comercializados o en vías
de aprobación.
Este experto ha señalado que en estos momentos ha aumentado el
número de pacientes tratados de manera personalizada y, ha explicado, su
intención próxima es aplicar el estudio en la selección de fármacos de
primera línea.
La técnica consiste en obtener una muestra tumoral fresca,
sometida inmediatamente a congelación para evitar que se degrade, y
comparar la expresión de los genes tumorales con los del mismo tejido de
origen sano.
La valoración ha de ser confeccionada de forma individualizada en
cada caso, y consume unos 5 días. El informe final proporciona una lista
de genes sobre expresados y otra lista de genes poco expresados, que un
especialista debe correlacionar con los diferentes medicamentos. Cada 3
meses se revisa la lista de genes introduciendo las actualizaciones que
hayan confirmado tener valor predictivo en la aparición de respuesta a
la quimioterapia.
A su juicio, "este procedimiento se hará más sencillo en un futuro
próximo, y actualmente los requerimientos estructurales y técnicos
constituyen el motivo más importante que impide generalizar la técnica y
aplicarla a los pacientes antes de comenzar la quimioterapia".
No hay comentarios:
Publicar un comentario