La biotecnológica española AB Biotics y el
Grupo Damm han utilizado los residuos de levadura que genera la
elaboración de cerveza para desarrollar un producto adelgazante que
pronto podría estar en las farmacias, tras haberse demostrado que es
capaz de bloquear la absorción de algunas grasas por parte del
organismo.
De hecho, los estudios en humanos han demostrado que su uso
permite a personas obesas perder unos 2,3 kilos de media en tan sólo 90
días, "y haciendo vida normal y sin necesidad de cambiar la dieta".
Así lo ha anunciado el jefe de Investigación y Laboratorio
Central del Grupo Damm, Xavier Castañé, durante la tercera edición del
'Bioencuentro con los medios' organizado por Genoma España y la
Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO).
El proyecto arrancó en 2006, cuando la cervecera trataba de
buscar una mayor utilidad a las más de 220 toneladas de residuo de
levadura que genera semanalmente, cuyo único aprovechamiento hasta
entonces era servir de alimento para cerdos.
Sin embargo, gracias a la colaboración de AB Biotics
analizaron el potencial de dichos residuos y descubrieron que ofrecían
una "acción específica" contra las grasas "malas", como las grasas
saturadas y los ácidos grasos, "bloqueando e impidiendo su absorción por
parte del organismo", según ha explicado Castañé, al tiempo que
favorecía la absorción de las consideradas grasas "buenas", como las
monoinsaturadas y las poliinsaturadas.
Este producto, conocido con el término inglés de 'fat-binder',
ya existe en el mercado, ha reconocido este experto, que no obstante
puntualiza que los que se han desarrollado provienen de cáscaras o
caparazones de marisco, con el inconveniente de que no hay homogeneidad
en la materia prima (diferentes tipos de marisco, procedencia del mismo,
etc.)
"Y qué hay más homogéneo que la levadura de la cerveza", ha apuntado, ya que Damm trabaja con una única cepa de levadura.
Tras descubrir estas propiedades ambas entidades realizaron
varios estudios con modelos animales y en humanos, en un trabajo en el
que han colaborado los hospitales 12 de Octubre de Madrid y el Clínic de
Barcelona.
Así, tras administrar este producto en forma de pastilla a 30
personas obesas durante 90 días, observaron que estos fueron capaces de
perder un media de 2,3 kilos y reducir su perímetro de cintura hasta en
dos centímetros. Un hallazgo significativo si se tiene en cuenta que
"siguieron con su vida normal y no modificaron su dieta", ha asegurado
Castañé.
De hecho, estos resultados han llevado a ambas compañías a
solicitar la patente para dicho producto, según ha reconocido el
fundador y consejero delegado de AB Biotics, Miguel Ángel Bonachera, lo
que le daría exclusividad en el mercado durante los próximos 20 años.
"Hay varias compañías farmacéuticas que se han interesado en
llevar al mercado este producto seguro y muy eficaz como medicamento
OTC", ha destacado Bonachera, que insiste en que su potencial es "claro"
y está "basado en la evidencia clínica".
Además, el objetivo de Damm y AB Biotics no quedaría con su
lanzamiento al mercado como adelgazante, ya que también trabajan para
poder incorporarlo a otros alimentos, como a la cerveza, y darles así
propiedades adicionales a las que ya presentan.
El primer objetivo fue incorporarlo al agua que produce el
grupo Damm, Fuente Liviana y Veri, si bien chocaba con sus cualidades
incoloras e insípidas, lo que les llevó a pensar que pueden sacarle más
potencial a su inclusión en la cerveza.
"La eficacia es la misma, y ahora el único inconveniente que
hay que solventar es que, al ser indisoluble, necesitan
microencapsularlo para poder mezclarlo bien y que el consumidor lo
ingiera", lo que requerirá una inversión adicional de tres millnes de
euros, según ha explicado Castañé, satisfecho de haber encontrado esta
utilidad a un residuo cuyo valor añadido ahora es 160 veces mayor.
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