El seguimiento de factores climáticos, como la
temperatura, la lluvia y la nieve, es una forma de predecir el momento y
la intensidad de brotes de rotavirus, una enfermedad que causa diarrea
extrema, deshidratación, y la muerte de miles de personas al año. En un
nuevo artículo, publicado en la revista 'PLoS One', un equipo de
investigación, dirigido por la doctora Elena Naumova, profesora de
Ingeniería Civil y Ambiental en la Escuela de Ingeniería de la
Universidad de Tufts, ha relacionado la temperatura y las
precipitaciones con los brotes de rotavirus en el sur de Asia.
En 2004, el rotavirus causó la muerte de 527.000 niños menores de
cinco años, en todo el mundo -la mayoría de las muertes se concentraron
en las zonas pobres de los países en desarrollo de África y Asia. Ser
capaz de predecir el aumento de infecciones ofrece a los profesionales
de la salud la posibilidad de adoptar medidas preventivas, como la
vacunación, que pueden reducir notablemente las muertes.
La investigación de Naumova se centra en el desarrollo de una
metodología para el análisis de grandes bases de datos, con el fin de
mejorar la vigilancia de la enfermedad. En este trabajo, los
investigadores examinaron las diferencias estacionales mediante la
creación de modelos matemáticos, basados en factores como la
temperatura, la humedad y las precipitaciones, en la región de estudio,
durante más de 22 años.
"Hemos observado que el rotavirus es sensible a los patrones
estacionales, definidos como un efecto combinado de temperatura y
precipitaciones", explica Naumova. Este nuevo estudio se basa en
investigaciones previas de la científica, centradas en el desarrollo de
modelos matemáticos para predecir el clima, y la severidad e impacto de
las enfermedades.
Naumova y su equipo de investigación analizaron las tasas
mensuales de rotavirus, a partir de 39 estudios epidemiológicos sobre
los brotes, realizados entre 1988 y 2010. En este nuevo modelo, los
investigadores tuvieron en cuenta las características meteorológicas
obtenidas de la base de datos del National Climatic Data Center y el
Global Historical Climatology Network, para clasificar cuatro regiones
geográficas del sur de Asia: zonas tropicales húmedas; zonas áridas y
semiáridas; zonas húmedas de latitud media; y zonas frías.
Según el estudio, la incidencia de rotavirus en Bangladesh, Bután,
India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka fue mayor durante los meses más
fríos y secos del año -de diciembre a marzo-. Por otro lado, el aumento
de la temperatura y las precipitaciones en otros momentos del año,
resultó en niveles más bajos del virus.
Además, los investigadores observaron una asociación entre el
rotavirus y la densidad de la vegetación. Utilizando datos de
teledetección procedentes de imágenes por satélite, producidas por
espectroradiómetro de imágenes de media resolución -un sensor en el
satélite Terra de la NASA- los investigadores fueron capaces de
monitorear y medir la cantidad de vegetación fresca en toda la región.
Las imágenes fueron procesadas, usando técnicas matemáticas, para
convertir los datos del satélite en mediciones de crecimiento de la
vegetación. Así, los investigadores fueron capaces de medir los cambios
en la vegetación entre 2000 y 2007, y, mediante un análisis, asociaron
la disminución de la vegetación con un aumento en los brotes de virus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario