Un dispositivo en fase experimental convierte
la energía del latido de un corazón en electricidad suficiente para
alimentar un marcapasos, según un estudio presentado en las sesiones
científicas de 2012 de la Asociación Americana del Corazón, que se
celebran hasta el 7 de noviembre en Los Ángeles (Estados Unidos).
Los pacientes podrían así alimentar sus propios marcapasos,
eliminando la necesidad de reemplazarlos cuando se gasten las baterías,
según muestran los resultados de esta investigación, publicados en
'Journal of the American Heart Association'.
En el estudio, los investigadores probaron un dispositivo de
recogida de energía que utiliza la piezoelectricidad (carga eléctrica
generada por el movimiento). Los marcapasos actuales deben de ser
reemplazados tras pasar entre cinco y siete años desde su implantación,
cuando sus baterías se agotan, algo que resulta costoso.
Según el autor principal del estudio e investigador del
Departamento de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Michigan en
Ann Arbor (Michigan, Estados Unidos), Amin Karami, este dispositivo
podría ser una herramienta "prometedora" para la tecnología de los
marcapasos.
La piezoelectricidad podría usarse también en otros dispositivos
cardíacos implantables, como desfibriladores, que tienen necesidades
mínimas de energía, añadió el director de esta investigación, para quien
con esta tecnología evitarían muchas operaciones. "Muchos de los
pacientes son niños que viven con marcapasos durante muchos años",
subrayó Karami.
Los investigadores midieron el ritmo cardíaco marcado por las
vibraciones en el pecho y, posteriormente, utilizaron un shaker
(instrumento musical de percusión) para reproducir esas vibraciones en
el laboratorio y conectarlo a un prototipo de recolector de energía
cardíaca que los científicos desarrollaron.
Las mediciones del rendimiento del prototipo creado, analizando
series de cien latidos cardíacos simulados en tasas diferentes,
mostraron que la energía del recolector actuó como los científicos
habían predicho: generó más de diez veces la potencia que requieren los
marcapasos modernos.
El siguiente paso es la implantación del recolector de energía,
que tiene aproximadamente la mitad del tamaño de las baterías utilizadas
en la actualidad en los marcapasos, explicó Karami. Los investigadores
esperan poder integrar esta tecnología en los marcapasos comerciales.
Hay dos tipos de recolectores de energía que pueden alimentar un
marcapasos típico: lineal y no lineal. Los primeros funcionan bien sólo a
una frecuencia cardíaca específica, por lo que los cambios de ritmo del
corazón podrían impedir que se recogiera la energía suficiente.
Por el contrario, un recolector no lineal (el tipo usado en el
estudio) utiliza imanes para mejorar la producción de energía y es menos
sensible a los cambios de la frecuencia cardíaca, por lo que consigue
suficiente energía de los latidos, que van desde 20 hasta 600 latidos
por minuto a potencia continua de un marcapasos.
Además, el director de esta investigación, financiada por el
Instituto Nacional de Estándares y Tecnología y el Centro Nacional para
el Avance de las Ciencias Traslacionales, aseguró que aglunos
dispositivos electrónicos como los teléfonos móviles o los hornos
microondas no afectarían al dispositivo no lineal.
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