Los niños de tan sólo cinco años de edad son
más generosos cuando son conscientes de que sus acciones están siendo
observadas, según un estudio publicado en 'PLoS ONE' por Kristin Lyn
Leimgruber y sus colaboradores de la Universidad de Yale.
Los adultos son más propensos a comportarse de una manera que
aumente su reputación cuando están siendo observados, o cuando sus
acciones son susceptibles de ser públicas, que cuando son anónimas; pero
este nuevo estudio examina por primera vez los orígenes de este
comportamiento en niños pequeños.
Para su estudio, los investigadores dieron pegatinas a niños de
cinco años dándoles la opción de compartirlas. Los autores observaron
entonces que los niños eran más generosos cuando podían ver al
destinatario, que cuando el destinatario estaba oculto a la vista, y que
también fueron más generosos cuando tuvieron que dar pegatinas en un
recipiente transparente, en lugar de en uno opaco (es decir, cuando el
destinatario podía ver lo que estaba recibiendo). Además, estos
comportamientos son independientes del número de pegatinas que
recibieron los niños.
Según los autores, estos resultados muestran que los niños de
cinco años pueden tomar decisiones estratégicas acerca de si se debe ser
generoso, según se trate o no de un receptor consciente de sus actos.
Leimgruber explica que "los resultados indican que los niños hacen un
uso mucho más sofisticado de las estrategias prosociales de lo que se
pensaba. Al igual que los patrones de caridad que vemos en los adultos,
las tendencias de generosidad en los niños parecen ser impulsadas, por
la cantidad de información a disposición de los demás de sus acciones".
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