Las mujeres obesas podrían reducir el riesgo
de padecer cáncer de mama después de la menopausia mediante la adopción
de medidas durante la perimenopausia tales como prevenir el aumento de
peso y controlar terapéuticamente los efectos metabólicos de la
obesidad, según los resultados de un estudio preclínico publicado en 'Cancer Research', una revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer.
"Las mujeres obesas posmenopáusicas tienen mayor riesgo de cáncer de
mama y peores resultados clínicos en comparación con las mujeres
posmenopáusicas que están delgadas", afirmó Paul S. MacLean, Ph.D.,
profesor asociado de Medicina en el 'Anschutz Health and Wellness Center' de la Universidad de Colorado en Aurora (Estados Unidos).
"Lamentablemente no se puede hacer los estudios necesarios para
abordar esta cuestión en los seres humanos. Así, fusionamos modelos de
rata con cáncer de mama con obesidad y menopausia para imitar mejor los
acontecimientos que vinculan la obesidad premenopáusica a una tasa mayor
de cáncer de mama después de la menopausia", explicó este experto.
Durante la menopausia, las mujeres suelen ganar peso debido a que
consumen más alimento que las necesidades de su cuerpo. En un estudio
previo, MacLean y sus colegas usaron su modelo de rata para demostrar
que el aumento de peso después de la ovariectomía quirúrgica en los
modelos de la menopausia ayudó a promover el desarrollo del tumor de
mama en ratas obesas.
En este estudio, se confirmó que la obesidad y la
sobrealimentación juntas después de la ovariectomía quirúrgica
impulsaron el crecimiento tumoral y la progresión agresiva. Una razón de
esta conclusión fue que las ratas obesas eran incapaces de manejar
apropiadamente las fuentes de exceso de energía, en forma de glucosa y
grasa dietética, cuyo resultado es una sobrealimentación después de la
ovariectomía quirúrgica.
Las ratas delgadas almacenaron el exceso de glucosa y grasa en la
dieta de sobrealimentación en el hígado, el músculo y el tejido sano del
pecho, una respuesta metabólica normal a la sobrealimentación. Por el
contrario, los tejidos sanos en ratas obesas no paran de aumentar la
captación de glucosa y la grasa de la dieta y los tumores de mama
aumentan drásticamente la absorción de glucosa.
Una segunda razón para el crecimiento tumoral y la progresión
mejorada en ratas obesas en comparación con las ratas delgadas fue que
los tumores de los dos grupos de animales tenían diferentes perfiles
moleculares. Los tumores de las ratas obesas poseían niveles más altos
de expresión del receptor de progesterona (PR), que se relaciona con una
mayor expresión de genes implicados en el uso de la energía y su
proliferación.
Un patrón similar de aumento de la expresión de genes implicados
en el uso de energía y el crecimiento celular se observó en los tumores
de mama humanos PR-positivos de mujeres posmenopáusicas. Según MacLean,
una última pieza de evidencia que indica que la obesidad y la
sobrealimentación durante la transición menopáusica convergen para
promover el crecimiento y la progresión del tumor fue que la metformina
antidiabética redujo la carga tumoral en ratas obesas después de la
ovariectomía quirúrgica.
"Si nuestros hallazgos en ratas se trasladan a los humanos, significa
que el período de la perimenopausia es una ventana de tiempo crítico
para determinar el riesgo de cáncer de mama más tarde en la vida. Esto, a
su vez, significa que el riesgo de una mujer obesa de cáncer de mama
posmenopáusico y el resultado clínico pobre podría reducirse mediante
modificaciones del estilo de vida perimenopáusicas", destaca MacLean.
En este sentido, los científicos recomiendan a este tipo de
mujeres la restricción del consumo de alimentos y el aumento de
ejercicio, y/o el uso de fármacos en las perimenopáusicas, tales como la
metformina, para mejorar el control metabólico. MacLean y sus colegas
están probando esta hipótesis en el modelo de rata utilizado en su
investigación.
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