En España, dependiendo de la zona
geográfica, entre el 58 y el 72 por ciento de los pacientes con
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) no están diagnosticados,
según asegura el doctor Jesús Díez Manglano, coordinador del grupo de
EPOC de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
"Uno de los grandes problemas de la EPOC es que sigue siendo una
enfermedad que frecuentemente no se diagnostica", ha destacado con
ocasión de la VIII Reunión de EPOC que se celebra los días 7 y 8 de
marzo en Zaragoza.
En España, uno de cada diez mayores de 50 años tiene EPOC, una
cifra que se prevé que aumente debido al incremento del tabaquismo entre
las mujeres, especialmente entre las adolescentes. Tanto que se espera
que en el año 2020 sea la tercera causa de muerte en el mundo y en
países como Canadá se ha estimado que la probabilidad de ser
diagnosticado de esta enfermedad a lo largo de la vida es del 25% en
mujeres y del 30% en los varones.
Uno de los problemas es el retraso en el diagnostico, como explica
el doctor Manglano, quien destaca el hecho de que los primeros síntomas
de la enfermedad se consideran normales en una persona fumadora y no se
consulta al médico. "Por este motivo el diagnóstico se hace tarde.
Cuanto antes se diagnostica la EPOC y antes se deja de fumar y se inicia
el tratamiento, mejor es la calidad de vida de los pacientes", añade.
Por todo ello, esta reunión de la SEMI tiene por objetivos, entre
otros, actualizar los conocimientos de los médicos sobre la enfermedad,
aumentar el del personal de enfermería en el manejo de las terapias
respiratorias y fomentar el auto cuidado en los pacientes con EPOC.
Asimismo se destacará el uso de la telemedicina como una apuesta
de futuro cuyo uso todavía no se ha extendido en la sociedad. Destacan
que su uso permite un seguimiento de la sintomatología, una modificación
rápida de los tratamientos e incluso la posibilidad de realizar
rehabilitación respiratoria en el domicilio.
Por otra parte, Manglano añade que, además de los medicamentos,
hay aspectos muy importantes en el manejo de la enfermedad que dependen
del propio paciente. Así, recuerda que abandonar el tabaquismo,
protegerse del frío, vacunarse contra la gripe, hacer ejercicio físico,
mantener una vida intelectual activa, utilizar correctamente los
dispositivos de inhalación, y aprender a respirar de forma más eficaz y
con menos esfuerzo, "son aspectos que el propio paciente puede controlar
y que ayudan a una mejor evolución de la enfermedad".
En este sentido, el mensaje de los internistas, que atienden al
50% de los pacientes con EPOC que ingresan en los hospitales en España,
es que la responsabilidad en el manejo de la enfermedad es compartida
entre médicos y pacientes y que la suma de esfuerzos es beneficiosa para
los afectados, sus cuidadores, el sistema sanitario y la sociedad en
general.
Para el manejo de la patología, los médicos cuentan con dos
protocolos principales: GOLD y GesEPOC. Hasta el año pasado la normativa
GOLD, que resume las recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento
de la EPOC en base a la opinión de reputados expertos internacionales,
ha sido la más utilizada. Sin embargo, el año pasado se presentó en
España la guía GesEPOC, en cuya elaboración participaron expertos de
todas las sociedades científicas que atienden a estos pacientes, con
ayuda de la agencia de evaluación Laín Entralgo.
Según el experto de la SEMI, "en este caso las recomendaciones se
basan en un análisis exhaustivo de la literatura médica para extraer
todas las evidencias que han demostrado un beneficio en los pacientes
con EPOC. Todavía es temprano para saber qué guía será más utilizada
pero sí es evidente que GesEPOC va a tener cada vez un protagonismo
mayor".
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