WASHINGTON.- Los antioxidantes, de gran popularidad en las últimas
décadas entre quienes cuidan sus dietas, aceleran la progresión del
cáncer de pulmón en los ratones y no traen beneficios ciertos para las
personas sanas, según un artículo que publica hoy la revista Science
Translational.
"Los antioxidantes se usan ampliamente para proteger a las células de
los daños inducidos por las especies reactivas de oxígeno", explicaron
los investigadores encabezados por Volkan Sayin, de la Universidad de
Gotenburgo, en Suecia.
"El concepto de que los antioxidantes pueden ayudar a combatir el
cáncer está profundamente arraigado en la población en general,
promovido por la industria de los suplementos alimenticios y sustentado
por algunos estudios científicos", añadió el artículo.
Pero las pruebas clínicas "han dado resultados incoherentes", agregó.
Los compuestos químicos conocidos como antioxidentes demoran ciertos
tipos de daño celular impidiendo la acumulación de moléculas de especie
reactiva de oxígeno (ERO) que pueden dañar las células.
Entre estos antioxidantes están la vitamina A, que puede obtenerse en
la dieta con zanahorias, zapallo o calabaza, brócoli, patata dulce,
tomates, kale, melón, duraznos y otras; y vitamina C, presente en
naranjas, limas, limones, pimientos morrones, los vegetales de hoja
verde y las frutillas o fresas.
Por su parte, la vitamina E está presente en los frutos secos y
semillas, granos integrales, el aceite vegetal y el aceite de hígado, en
tanto que otro antioxidante, el selenio, puede obtenerse del pescado y
los mariscos, las carnes rojas, los huevos, el pollo y el ajo.
En décadas recientes, la venta de suplementos con antioxidantes se ha
convertido en un gran negocio y un análisis en 2009 de la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición determinó que en Estados Unidos, entre los
adultos estos productos proveen el 54 por ciento de la vitamina C, el
64 por ciento de la vitamina E, el 14 por ciento de caroteno alfa y
beta, y el 11 por ciento del selenio.
Según los Institutos Nacionales de Salud, las dosis altas de suplementos de antioxidantes pueden ser dañinas en algunos casos.
Por ejemplo, ciertos estudios han vinculado el uso de suplementos con
altas dosis de caroteno beta con un mayor riesgo de cáncer de pulmón en
los fumadores, y los suplementos con altas dosis de vitamina E
incrementan el riesgo de infarto hemorrágico en el cerebro y el cáncer
de próstata.
El estudio sueco indicó que los antioxidantes aceleran la progresión
del cáncer de pulmón en ratones de laboratorio y en líneas de células
humanas.
Los autores usaron dosis de vitamina E y acetilcisteína normales en
la dieta diaria. Los humanos típicamente reciben estos suplementos en
forma inhalable, pero a los ratones se les administró por vía oral.
Cuando los ratones con cáncer de pulmón en sus etapas iniciales
recibieron antioxidantes se aceleró el crecimiento de sus tumores, que
se tornaron más invasivos. El cáncer mató a los ratones dos veces más
rápido que los ratones que no recibieron antioxidantes.
Las conclusiones del estudio indican que las personas que tienen
pequeños tumores no diagnosticados en su pulmón (eso es posible en
cualquier persona, pero más probablemente los fumadores) deberían evitar
los suplementos de antioxidantes.
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