NUEVA YORK.- Se ha presentado en Estados
Unidos el libro 'Cómo invertir en su cerebro: una guía SharpBrains para
mejorar su mente y su vida', cuyos autores Álvaro Fernández Ibáñez y
Elkhonon Goldberg pretenden contribuir a la mejora del rendimiento
actual y futuro del cerebro. Para ello, dan once claves que deben
tenerse en cuenta en el cuidado de nuestra salud cerebral.
1. Cada día se crean varios miles de neuronas en nuestro cerebro. El
ejercicio aeróbico incrementa ese número y el estrés no bien regulado lo
disminuye.
2. Nuestros genes no determinan el destino de nuestro cerebro. La
neuroplasticidad a lo largo de la vida permite a nuestras acciones y
estilo de vida jugar un papel muy importante en cómo evoluciona física y
funcionalmente nuestro cerebro con la edad.
3. Debemos pensar más allá de la memoria y la "inteligencia". Las
funciones cerebrales más importantes para el éxito personal y
profesional, según una encuesta de SharpBrains, son la capacidad para
manejar situaciones estresantes, el poder de concentración para evitar
distracciones y ser capaces de reconocer y manejar nuestras emociones.
4. El amplio análisis patrocinado en 2010 por el National Institute
of Health (NIH), revisando centenares de estudios científicos hasta la
fecha, proporciona un excelente punto de partida para entender qué
factores benefician la salud cerebral. Basado en estudios con el mayor
rigor, el análisis encontró un efecto beneficioso por parte del
ejercicio físico y cognitivo, seguidos por la dieta mediterránea, por
encima de cualquier otra intervención, incluidos los fármacos.
5. De todos los tipos de ejercicio físico, el ejercicio
cardiovascular, que hace que el corazón lata más rápidamente, es el que
presenta un mayor beneficio cerebral.
6. El cerebro necesita mucha energía. A pesar de suponer sólo
alrededor del 2 por ciento de la masa corporal, consume un 20 por ciento
del oxígeno del cuerpo y el 25 por ciento de la glucosa. Por eso la
nutrición es importante.
7. Lo que importa es la dieta en su conjunto: tomar suplementos
vitamínicos no parece reducir el riesgo de deterioro cognitivo o
Alzheimer.
8. La única actividad de ocio que ha sido asociada con una
disminución de la función cognitiva es ver la televisión. Las
actividades pasivas, rutinarias, no desafían al cerebro. Mantener el
reto requiere intentar algo nuevo con un nivel significativo de
dificultad.
9. La vida misma es el mejor gimnasio para el cerebro si este se
utiliza de la manera correcta. Una buena manera de empezar es abordar
todo lo que implica novedad, variedad y desafío, que lleva fuera de la
rutina. Un ejemplo, la educación bilingüe. También lo son el trabajar
como voluntario o la ocupación laboral en sí misma, que puede ayudar a
reducir tasas de mortalidad, depresión y el deterioro cognitivo.
10. El entrenamiento mental con mayores garantías, basadas en la
investigación actual, consiste en la meditación, la terapia cognitiva,
la biorretroalimentación y el entrenamiento cognitivo. Estas técnicas
estructuradas para formar diferentes "músculos mentales" incluyen
herramientas de software especializadas que se están poniendo en marcha
en el entorno 'online'.
11. Del mismo modo que no todos tenemos las mismas necesidades o
prioridades a la hora de invertir nuestros ahorros, no todos tenemos las
mismas prioridades a la hora de invertir en nuestros cerebros. Las
oportunidades de mejora más significativas dependen de nuestro estilo de
vida y rendimiento mental a día de hoy. Por eso, 'Cómo invertir en su
cerebro' presenta una metodología para pasar de la teoría a la práctica
de un modo personalizado.
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