GINEBRA.- La directora general de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), Margaret Chan, el director ejecutivo del Programa Medioambiental
de las Naciones Unidas (ONU), Erik Solheim, y el secretario general de
la Organización Meteorólogica Mundial (OMM), Petteri Taalas, han
publicado una carta en la que avisan de que la contaminación del aire
causa cada año 6,5 millones de muertes en todo el mundo.
Además, si a esto se añade la contaminación del agua, el
suelo o el cambio climático, la cifra de fallecimientos por enfermedades
asociadas a estas causas se eleva hasta los 12,6 millones de personas,
lo que supone una de cada cuatro muertes que se registran cada año a
nivel mundial.
"Los cambios climáticos amenazan con socavar todas las
condiciones ambientales de las que depende la vida de las personas como,
por ejemplo, el agua, la comida o la vivienda. En 2050, el 66% de la
población mundial vivirá en zonas urbanas que, a menudo, están
contaminadas", han alertado los expertos.
Se trata de unos riesgos ambientales para la salud que, tal y
como han recordado, son "demasiado complejos" como para ser abordados
desde una perspectiva "simplista". Por ello, han destacado la
importancia del 'Programa 2030 para el Desarrollo Sostenible' y de la
'Declaración Ministerial de Marrakech sobre Salud, Medio Ambiente y
Cambio Climático', en la que se reconoce que no existe "ningún mecanismo
global" para proteger "al planeta" y, por ende, la salud de la
población.
Ahora bien, los expertos han comentado que algunas
intervenciones como, por ejemplo, reducir las emisiones contaminantes de
los vehículos o invertir en los medios de transporte pueden ayudar a
salvar vidas, y han recordado que ciudades como Atenas, Madrid, México y
París van a prohibir los vehículos diesel en el año 2025. Asimismo,
Benin, Costa de Marfil, Ghana, Nigeria y Togo se han comprometido a
introducir combustibles con bajo contenido de azufre a partir del
próximo mes de julio.
Unas iniciativas que podrán evitar más de 2,4 millones de
muertes al año y reducir en 2050 en 0,5 grados centígrados el
calentamiento global. Por todo ello, los representantes de las tres
organizaciones han insistido en la necesidad de que todos los países se
comprometan en implantar medidas para reducir la contaminación ambiental
porque, tal y como han recordado, no sólo afecta a la salud de la
población, sino que también supone un incremento en el gasto sanitario.
"Cada uno de nosotros vamos a aportar nuestros
conocimientos, ya sea en el clima, la salud o el medio ambiente. OMM, a
través de los organismos meteorológicos nacionales y de su red de
estaciones terrestres y de teledetección, proporcionará los datos
esenciales sobre el clima y las condiciones de calidad del aire, y
facilitará la prestación de servicios meteorológicos y climáticos
relacionados.
El PNUMA trabajará con los ministerios de Medio Ambiente y
otros responsables de las políticas clave de los estados miembros para
ayudar a prevenir y revertir la degradación del medio ambiente. Y la OMS
supervisará y evaluará las exposiciones de salud y los impactos sobre
la salud, además de proporcionar consejos sobre la forma de reducirlos",
han zanjado.
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