NUEVA YORK.- Pese a que los estudios de seroprevalencia arrojan desesperanzadores datos acerca del nivel de inmunidad que existe contra el coronavirus, un estudio reciente revela que el otro gran proveedor de inmunidad, los linfocitos B, tienen efectividad ocho meses después.
Tal y como recoge Science, los linfocitos B son las células que fabrican anticuerpos y proteínas. Estas células deben ser activadas por los linfocitos T (CD4+). En el proceso de activación frente a un nuevo patógeno, hacen falta siete días para iniciar la respuesta inmune de esta manera.
El problema es que recibimos cientos de miles de patógenos cada año, por lo que no es viable que este mecanismo se ponga en marcha una y otra vez. El sistema inmunitario debe decidir entonces qué patógenos requieren la presencia permanente de anticuerpos en el torrente sanguíneo.
En el caso del coronavirus, el sistema inmunitario decide que no es necesario conservar 'movilizadas' las defensas contra él.
Pero por suerte, existe un subtipo de los linfocitos B que reconocen viejas amenazas y generan una respuesta inmunitaria rápidamente.
Un equipo de investigadores australianos ha concluido que en el caso del coronavirus, las células B de memoria fueron aumentando significativamente hasta, al menos, los 150 días.
Por ello, los expertos dicen que existe "una memoria inmunitaria a largo plazo después de una infección o vacunación contra la Covid-19".
No hay comentarios:
Publicar un comentario