domingo, 14 de febrero de 2021

Los cinco hábitos que más dañan la vista y que se deben evitar


BARCELONA.-  La vista es uno de los sentidos más necesarios en la sociedad en la que vivimos, ya que casi todo lo que hacemos requiere de la visión. Por ello, es absolutamente necesario cuidar de los ojos y de todo el sistema visual, incluido el cerebro.

   "Hay muchas enfermedades que pueden afectar a la vista. La edad y los hábitos de vida, como el fumar o la nutrición, pueden ocasionar pérdidas de visión que mermen nuestro día a día", afirma el doctor Carlos Vergés, profesor y jefe del Servicio de Oftalmología del Instituto Oftalmológico Dexeus de Barcelona.

   Es más, advierte de que es importante recordar a la población que la salud del aparato visual se relaciona con la presencia de muchas enfermedades sistémicas, y con el mal uso de colirios y de fármacos (automedicación). 

"No hay que olvidar que si realizamos una dieta sana reducimos los niveles de estrés, y si protegemos los ojos con gafas con filtros ultravioleta, podemos tener una buena visión a lo largo de nuestra vida", defiende el ofalmólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Dexeus de Barcelona.

   Por otra parte, resalta que la mejor prevención consiste en realizar revisiones periódicas con el oftalmólogo, especialmente cuando hay antecedentes familiares de patología ocular, o a partir de los 40 años, "una fase de nuestra vida en la que suelen iniciarse muchas enfermedades del aparato ocular". Por ello, recomienda una revisión oftalmológica cada año.

   Así con todo, el doctor Vergés manifiesta que no siempre es irreversible la pérdida de vista, si bien aclara que no es menos cierto que muchas enfermedades que afectan a los ojos pueden ocasionar una pérdida de visión irreversible. 

"El glaucoma (la presión alta de los ojos), la diabetes, la degeneración macular relacionada con la edad y otras muchas, si no se detectan a tiempo y se tratan correctamente, pueden acabar en la ceguera", alerta.

   Sobre si es cierto que perdemos vista con la edad, y por qué conforme nos vamos haciendo mayores es más frecuente el uso de gafas, el experto subraya que la edad supone el deterioro de todos los tejidos y en el caso concreto del aparato visual supone la pérdida de visión.

   "El ejemplo más claro es la vista cansada, la presbicia, que aparece a partir de los 40-45 años, cuando necesitamos las gafas para ver bien de cerca. La visión se inicia con la actividad de la retina, que convierte los estímulos de luz en actividad eléctrica y de ahí la proyecta, a través de los nervios (vía óptica), hasta el cerebro, donde tenemos la sensación de ver. Todos estos tejidos, neuronas, son muy sensibles a los cambios de la edad, fundamentalmente de tipo circulatorio. El deterioro de la circulación sanguínea que ocurre con la edad es también responsable de la alteración de estos tejidos y con ello, de la pérdida de visión", aclara el también profesor universitario.

   Así con todo, y relacionado con nuestros hábitos de vida, el doctor Vergés enumera los que, en su opinión, son los 5 hábitos que más dañan a nuestra vista:

    1.- Radiación ultravioleta. El efecto del sol sobre los ojos, si no se controla, supone una agresión muy importante para todo el sistema visual. Es necesario proteger los ojos con gafas de sol, con filtros que impidan la llegada de la radiación ultravioleta a la retina.

   2.- Tabaco. Sabemos que los fumadores tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades que afectan a los ojos, y en el caso de algunas enfermedades, como el ojo seco o el glaucoma, el hecho de fumar supone "un agravante muy significativo", que incluso puede acelerar y empeorar el curso de la enfermedad.

   3.- Malos hábitos nutricionales: Una dieta incorrecta supone un déficit de elementos necesarios para el buen funcionamiento de los tejidos oculares. Actualmente, hay muchas evidencias que señalan este factor como elemento clave en el origen y la evolución de muchas enfermedades oculares que, incluso pueden acabar con pérdidas irreversibles de la visión.

   4.- Estrés. Se ha demostrado que los pacientes con un alto nivel de estrés y de ansiedad sufren más alteraciones, tanto a nivel general como ocular. El control del estrés se ha mostrado como un factor fundamental tanto en la prevención de muchas enfermedades que afectan al aparato visual, como en la evolución y respuesta en el tratamiento.

5.- Efecto negativo de algunas medicaciones que afectan a los ojos. Sabemos que hay muchos medicamentos que pueden afectar a la salud de nuestros ojos. Con mucha frecuencia vemos el hábito de automedicarse con fármacos como antidepresivos, antialérgicos, para el insomnio y un largo etc. La automedicación está en la base de muchos trastornos oculares, que hasta ahora no sabíamos que se debían a este hecho.

   En este contexto, el jefe del Servicio de Oftalmología del Instituto Oftalmológico Dexeus de Barcelona nos aporta una serie de consejos para nuestro día a día, como a la hora de leer: "Es recomendable leer en las condiciones ideales de distancia, posición y luminosidad. Cuando la lectura no reúne estas condiciones, como poca luz, se produce un mayor cansancio, y esto puede ocasionar dolor de ojos, cefaleas, o más molestias relacionadas con el ojo seco, o que abandonemos el buen hábito de leer".

   Sobre la televisión, Vergés comenta que la televisión emite radiaciones de onda corta, en el espectro de los azules, que produce una hiperexcitacion neurológica: "Cuanto más cerca nos coloquemos de la pantalla, mayor será este efecto, y será especialmente nocivo si es antes de irnos a dormir o cuando queremos relajarnos. Este efecto también lo tenemos con otros dispositivos que utilizan pantallas como las tabletas y teléfonos inteligentes".

   En cuanto a si podemos mejorar nuestra dieta, y existen alimentos beneficiosos para nuestra vista, el experto de Quirónsalud ve fundamental que nuestra alimentación sea rica en vitaminas (frutas y vegetales), y en omega 3 (frutos secos, frutas y verduras y pescado, especialmente azul). "Por otra parte, debemos evitar el exceso de productos ricos en omega 6, como la carne roja, la bollería industrial, o los hidratos de carbono con harinas refinadas", sentencia.

   En última instancia, y atendiendo a su recomendación inicial de visitar una vez al año al oftalmólogo para una revisión rutinaria, el experto mantiene que también debemos acudir al especialista siempre que notemos visión borrosa, dolor en los ojos, pérdida brusca de parte del campo visual, o bien deformación en el borde rectilíneo de los objetos. 

"Es un indicador de que puede darse una situación anómala de nuestro aparato visual y hay que acudir a un oftalmólogo", sentencia el especialista del Hospital Universitario Quirónsalud Dexeus de Barcelona.

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