Investigadores del Centro de Genética Humana Wellcome Trust aseguran que los bebés que nacen en primavera son ligeramente más propensos a desarrollar anorexia nerviosa, mientras que los nacidos en otoño tienen menos riesgo.
Según aseguran en un artículo en el 'British Journal of Psychiatry', los hallazgos de su estudio sugieren que la temperatura, la luz solar, las infecciones o la dieta de la madre podrían ser algunos de los causantes de este mayor riesgo.
En concreto, los investigadores analizaron los datos de cuatro estudios anteriores, que incluían a 1.293 personas con anorexia. En esta revisión observaron un "exceso de anorexia" en personas nacidas entre marzo y junio y, por contra, también observaron que había menos casos de los esperados en septiembre y octubre.
Como explica el doctor Lahiru Handunnetthi, uno de los autores del informe, investigaciones previas ya habían demostrado que algunas enfermedades mentales como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y depresión mayor, son más comunes entre los nacidos en primavera, "por lo que este hallazgo en la anorexia no es sorprendente".
Sin embargo, añade, el estudio sólo aporta pruebas de una asociación, que requiere ahora una investigación más profunda para "identificar qué factores están poniendo a las personas en esta situación de riesgo".
El informe sugiere que los cambios estacionales de temperatura, la exposición al sol y los niveles de vitamina D, la nutrición materna e infecciones son "factores candidatos".
No obstante, según explica en declaraciones a la BBC el doctor Terence Dovey, de la Universidad de Loughborough, "la anorexia es un trastorno multifacético muy complejo, de modo que puede inducir a error centrarse en sólo un aspecto".
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