La fitoterapia está conseguiendo reducir el riesgo cardiovascular y mejorar la densidad ósea en la mujer menopáusica, según han apuntado expertos reunidos en Almería, en el marco del 'III Curso de Formación Continuada en Climaterio y Menopausia'.
A juicio del ginecólogo del Hospital de Torrecárdenas, de Almería, Pedro Abad, quien además es coordinador de este curso, "aunque no cabe duda de que la terapia hormonal sustitutiva es el tratamiento más eficaz de los síntomas moderados y severos de la menopausia, la fitoterapia es otra importante opción terapéutica frente a los síntomas climatéricos y cada vez se publican más trabajos científicos en revistas de prestigio que avalan la utilización y la seguridad de estos preparados en la prevención y tratamiento de la sintomatología del climaterio".
Según ha explicado, un aspecto importante del tratamiento fitoterápico es la disminución del riesgo cardiovascular. "Los fitoestrógenos han evidenciado mejorías en los niveles de colesterol con descensos de las lipoproteínas de baja densidad, mejorando así el perfil lipídico", ha agregado por su parte el doctor Gabriel Fiol, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del mismo hospital almeriense.
Además, ha enfatizado que el tratamiento fitoterápico "disminuye los procesos tromboembólicos y mejoran la circulación, por lo que los riesgos de accidentes cerebrovasculares e infarto disminuyen en estas pacientes respecto a su situación sin tratamiento".
En el caso de la osteoporosis, y si bien el tratamiento hormonal sustitutivo "ha demostrado mejorar la masa ósea en este periodo", este especialista ha dicho que "la mayor parte de las publicaciones que aportan datos sobre el tratamiento fitoterápico evidencian resultados positivos sobe la densidad mineral ósea".
La fitoterapia es, por tanto, una herramienta más para ofrecer a las mujeres una atención integral y personalizada en una etapa natural de su vida como es la menopausia. "De hecho, cada vez es mayor el número de mujeres que ante la llegada del climaterio se interesa por la medicina natural, en el caso de la menopausia por las isoflavonas que son, sin duda, el mejor tratamiento para aquellas mujeres que no desean la terapia hormonal sustitutiva o para las que está contraindicada", ha señalado igualmente el presidente de la AEEM, el doctor Rafael Sánchez.
No obstante, son varios los retos a los que se enfrentan estos tratamientos en la actualidad. Según el doctor Gabriel Fiol, "los retos de la fitoterapia en el momento presente son la necesidad de la difusión de su conocimiento entre los profesionales sanitarios y proseguir con la investigación y el desarrollo de estudios aleatorizados comparativos entre los diferentes preparados fitoterápicos y los tratamientos establecidos como estándar".
Entre los diferentes tipos de fitoestrógenos que se conocen, las isoflavonas son el tratamiento natural más empleado para prevenir las enfermedades y trastornos asociados a la menopausia sobre todo a partir de la última década.
"Así, las isoflavonas poseen una estructura química tal que les permite actuar en los mismos lugares que algunas hormonas femeninas, supliendo en parte el papel de los estrógenos, cuya disminución durante la menopausia es la causa de la aparición de sofocos, sudoraciones, enfermedades cardiovasculares y osteoporosis", ha agregado Fiol.
La soja es fundamentalmente la planta de la que se obtienen estas sustancias naturales que producen una reducción significativa de los sofocos y ejercen un efecto protector sobre los problemas cardiovasculares, además de prevenir la aparición de osteoporosis.
No obstante, para Sánchez Borrego "para que sea efectivo debe administrarse una dosis diaria adecuada y, en este caso, para el abordaje de los síntomas climatéricos debe ser de, al menos, 80 mg de isoflavonas y 15 mg de genisteína".
Para garantizar la seguridad, es fundamental que la paciente consulte siempre a su ginecólogo, médico o farmacéutico antes de utilizar una planta como si de un medicamento se tratase. Nunca hay que olvidar que las plantas medicinales presentan actividades farmacológicas que son útiles para el tratamiento de distintas dolencias, pero su mala utilización puede ser motivo de interacciones y efectos adversos.
"Las plantas medicinales", puntualiza el doctor Sánchez Borrego, "a pesar de su seguridad, no son inocuas. Son fármacos y, como tales, deben respetarse las indicaciones del prospecto y asegurarse de que tienen el reconocimiento del Ministerio de Sanidad", ha concluido.
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