La química sintética orgánica sentará las bases para el desarrollo de nuevas tecnologías que hagan posible el diseño de nuevas moléculas, según han destacado los expertos reunidos en el XIX Simposio Científico de la Fundación Lilly: 'Síntesis orgánica en el Año Internacional de la Química'.
"Estamos aplicando cada vez más el potencial de la síntesis química para solucionar problemas biomédicos y, sobre todo, para el descubrimiento de nuevos fármacos. Esta aproximación conduce en muchas ocasiones a desarrollar nuevas moléculas con mejores propiedades farmacológicas que el producto natural en sí mismo y por lo tanto abre la vía a fármacos más seguros y eficaces", explica el catedrático de Química en la Universidad de San Diego (Estados Unidos), Kyriacos C. Nicolau.
El estudio de la química y la biología de los productos naturales y de las nuevas moléculas implica un largo proceso que incluye la síntesis de compuestos que han sido elegidos por su novedosa estructura molecular, su actividad biológica y su importante mecanismo de acción.
Además de la síntesis total, la química actual analiza las diversas reacciones de los compuestos desarrollados, con el fin de ampliar la cartera de moléculas disponibles para comenzar su evaluación biológica.
"La síntesis orgánica es el método más efectivo para la creación de nuevos fármacos y para producirlos a gran escala. El desarrollo de esta rama de la Ciencia permitirá en el futuro acceder a métodos químicos y biológicos más eficaces en costes para la creación de fármacos", aclara el profesor Nicolau.
Asimismo, desde el punto de vista medioambiental, la síntesis orgánica también juega un papel decisivo en la protección del entorno. En opinión del experto "los químicos estamos desarrollando nuevas estrategias en los procedimientos y en la tecnología utilizada para hacer frente a la creciente necesidad de reducir los contaminantes producidos por el hombre".
En este sentido, durante su intervención, Nicolau ha expuesto el proceso de síntesis de la Maitotoxina, una toxina natural extraída de una especie marina con gran potencial antitumoral y, en opinión del profesor Julio Álvarez-Builla, coordinador del encuentro, "cuya síntesis constituye un gran reto tecnológico y es considerado el 'everest' de la química".
La maitotoxina constituye uno de los casos clásicos de estudio en la síntesis orgánica, dado que constituye el metabolito más amplio y más tóxico aislado y caracterizado hasta el momento.
"Esta toxina despierta el interés de los científicos por sus complejas propiedades biológicas y su fascinante estructura que la han convertido en una molécula biológica única y una fuente de inspiración para la investigación química y biológica", destaca Nicolau.
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