El uso de la vitamina E o el fármaco para la diabetes metformina no es superior al placebo en el tratamiento de la enfermedad del hígado graso en niños y adolescente, contrariamente a lo que apuntaban investigaciones previas, según un estudio de la Universidad de Columbia en Nueva York (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).
Los autores señalan que el aumento en la prevalencia de la obesidad en la infancia y adolescencia en las pasadas décadas ha convertido la enfermedad del hígado graso no alcohólico en la causa más común de enfermedad hepática crónica en los niños de Estados Unidos.
Los investigadores, dirigidos por Joel E. Lavine, evaluaron en un ensayo el tratamiento con vitamina E o metformina en niños con hígado graso no alcohólico. El estudio se realizó en 10 centros de investigación clínicos universitarios entre septiembre de 2005 y marzo de 2010 e incluía a 173 pacientes de entre 8 y17 años.
Los pacientes recibieron una dosis diaria de 800 UI de vitamina E, 1.000 mg de metformina o placebo durante 96 semanas. La medida de referencia era la reducción mantenida de la alanina aminotransferasa (ALT), una enzima asociada con la actividad de la enfermedad y la fase de fibrosis en los niños, definida como un 50 por ciento o menos del nivel de partida o 40 U/L o menos en las visitas realizadas cada 12 semanas desde las semanas 48 a 96 de tratamiento.
Los investigadores descubrieron que la reducción mantenida en el nivel de ALT era similar al placebo tanto en el grupo que tomó vitamina E como en el que tomó metformina. La media de cambio en el nivel de ALT de la línea base a las 96 semanas era de -35,2 U/L en el grupo placebo frente a -48,3 U/L en el grupo de vitamina E y -41,7 U/L en el grupo de metformina.
Entre los 121 pacientes que tenían la enfermedad o estaban en el umbral, su resolución era significativamente mayor en aquellos tratados con vitamina E que con placebo y las diferencias en términos de frecuencia o severidad de los efectos secundarios no fueron significativas.
Los autores concluyen que su trabajo sugiere que los niños tratados con vitamina E que habían pasado por una biopsia que confirmaba la enfermedad o que se encontraban en el umbral de desarrollo mostraban una mejora significativa en la progresión histológica secundaria con la vitamina E.
Sin embargo, los investigadores señalan que el riesgo de la biopsia podría superar los beneficios de la terapia, por lo que se deberían desarrollar métodos no invasivos de seguimiento de sus posibles beneficios. Por ello, añaden que el papel del tratamiento con la vitamina E en quienes que han pasado por la biopsia aún debe determinarse.
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