En España se producen cada año unos 3.000 nuevos contagios de VIH de los cuales la mitad se podrían evitar con el diagnóstico precoz de aquellos pacientes que ya padecen la enfermedad y no lo saben, según ha asegura el director de la Plataforma VIH en España y jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, Josep María Gatell.
Este experto, que ha participado en el encuentro 'Retos presentes y futuros en VIH: ¿hacia un nuevo paradigma?', organizado por Gilead y Plataforma VIH España, lamenta que el número de nuevos casos en España no ha bajado en los últimos años pese a las estrategias de prevención desarrolladas.
Asimismo, resalta Gatell, la falta de un programa global de diagnóstico precoz favorece que "uno de cada tres infectados no sepa que tiene la enfermedad", un porcentaje relevante porque estos "toman menos medidas para evitar nuevos contagios".
Se estima que este 30 por ciento de infectados no diagnosticados son los responsables de más del 60 por ciento de los nuevos contagios, que se podrían evitar con un diagnóstico precoz.
"Las estrategias de detección precoz son la herramienta más eficaz para prevenir nuevos contagios", señala este experto, quien también destaca la importancia que tienen estos programas para poder tratar correctamente a estos pacientes.
De hecho, el 50 por ciento de los nuevos diagnósticos son tardíos y requieren un tratamiento antirretroviral de inicio ya que su nivel de defensas está por debajo de 350 células CD4.
El problema es que, a diferencia de los programas de diagnóstico para otras enfermedades como el cáncer de mama, en VIH no está clara la estrategia que se debe seguir ni cuándo ni a quién se les deben realizar los test pertinentes.
En algunos países como Estados Unidos o Francia, se opta por una posición "más radical" por la que se realiza el test del VIH a cualquier persona que pase por un hospital "salvo que se oponga de manera explícita".
En estos casos, según datos de Estados Unidos, esta estrategia ha permitido realizar diagnósticos más precoces de la enfermedad.
Sin embargo, explica Gatell, en la mayoría de países de la Unión Europea, incluido España, se opta por una posición "más conservadora" que se basa en realizar los test de diagnóstico a quienes presentan manifestaciones clínicas indicadoras de que puede haber un VIH.
A lo largo de este encuentro también se han abordado otros temas como la importancia de analizar el coste-eficacia de las estrategias de diagnóstico y los tratamientos, así como de la conveniencia de iniciar la terapia antirretroviral en pacientes con niveles de defensas elevados.
A este respecto, el doctor Gatell reconoce que en los próximos años puede haber un cambio en las pautas de inicio de los tratamientos, ya que se ha demostrado que si se da en el momento del diagnóstico se evitan nuevos contagios al tiempo que "la toxicidad no difiere mucho".
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