Más de un 70 por ciento de los pacientes con insuficiencia renal crónica sufren disfunción eréctil, un problema que viene dado por una "combinación de causas", entre ellas, "la propia enfermedad renal que va asociada a factores cardiovasculares, como la hipertensión y la diabetes y, por otro, a la propia diálisis y a la polimedicación a las que está sometido".
Así lo ha señalado el doctor Ignacio Moncada, coordinador del Grupo de Andrología de la Asociación Española de Urología (AEU), en el marco del LXXVI Congreso Nacional de Urología que estos días reúne a más de un millar de expertos en Málaga.
De hecho, dos millones de españoles entre los 40 y 50 años padecen esta alteración sexual, aunque sólo entre un 35 y un 40 por ciento de ellos consulta por este motivo al médico. En el caso de los pacientes con insuficiencia renal se añade, además, la preocupación que muestran por su enfermedad de base.
Sin embargo, este experto ha aludido a los tratamientos "eficaces y seguros" que existen paratratar este problema, por lo que ha abogado por "desterrar los falsos mitos asociados a esta alteración". No obstante, ha admitido que "muchos de los pacientes con insuficiencia renal son jóvenes a los que les preocupa la disfunción eréctil y demandan una solución".
Aún con todo, ha asegurado que el tratamiento de la disfunción eréctil de estos pacientes "es similar al de aquellos que no tienen insuficiencia renal", siendo el primer paso a seguir "el de identificar los factores de riesgo y tratarlos".
"Existen distintas opciones, que pueden comenzar por adoptar hábitos de vida saludables, como el abandono del tabaquismo y el alcohol, evitar el estrés y las comidas copiosas y realizar ejercicio físico", ha proseguido el doctor Moncada, quien, pese a todo, ha reconocido que "en ocasiones no son suficientes estas medidas y se recurre a otros tratamientos, como los orales y la inyección intracavernosa. En el último eslabón estaría la cirugía de prótesis de pene".
Los tratamientos menos invasivos, como son llevar unos hábitos de vida saludables y la terapia farmacológica, pueden resolver entre un 60 y un 70 por ciento de los casos, si bien aún entre un 30 y un 40 por ciento de los varones precisa recurrir a la cirugía, a las inyecciones intracavernosas y a los implantes de prótesis.
En los últimos años las prótesis también han mejorado tanto mecánicamente, como en seguridad y eficacia, ya que "no se rompen ni se estropean y los fabricantes las garantizan de por vida. No hay que olvidar que se está implantando un cuerpo extraño que al principio daba problemas de infección, y que ya se han resuelto. Ahora mismo es excepcional que hubiera una infección o un fallo mecánico", ha explicado este experto.
De hecho, ha resaltado que el implante de prótesis es el método que da más satisfacción, según las encuestas, "en las que por supuesto también participa la pareja, porque la sexualidad es un tema de ambos", ha agregado.
Los criterios para recibir un implante de prótesis pasa porque la persona sea sexualmente activa y porque el problema orgánico que causa la disfunción eréctil no se haya resuelto con otros tratamientos. "El implante de prótesis resuelve el problema de una vez por todas, y el 90 por ciento de las personas implantadas volvería a operarse". Se trata, eso sí, de un tratamiento irreversible.
La insuficiencia renal no sólo ocasiona problemas de sexualidad, sino también de fertilidad, "ya que se altera tanto el número como la movilidad de los espermatozoides. Con frecuencia estos pacientes tienen que recurrir a técnicas de reproducción asistida", ha concluido.
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