Investigadores de la Clínica Mayo en Rochester (Estados Unidos) han detectado que una mutación genética que se pensaba que aceleraba el crecimiento tumoral en los pacientes afectados de cáncer de tiroides hace en realidad lo contrario, inhibiendo la propagación de las células malignas.
Así se desprende de un estudio presentado en el marco del Congreso de la Sociedad Americana de Endocrinología que se celebra en Boston, que de confirmarse en posteriores estudios podría abrir la puerta a nuevos tratamientos para esta enfermedad.
"No se trata de un oncogén como todo el mundo creía", según reconoce el doctor Honey Reddi, autor del estudio que ha demostrado que la proteína de fusión PAX8/PPARy, desarrollada a partir de la mutación de un gen de fusión presente en la mayoría de carcinomas tiroideos foliculares, funciona como un tumor supresor mediante la estimulación (activando la producción natural) del microRNA-122 y el PTEN, dos agentes antitumorales que se generan de forma natural.
Según explica este exterto, dicha proteína de fusión es el resultado de la traslocación de material genético entre los cromosomas humanos 2 y 3.
Estudios anteriores 'in vitro' de la proteína PAX8/PPARy apuntaban a una rápida aceleración del crecimiento celular, lo que hizo que los investigadores llegaran a la falsa conclusión de que funcionaba como un oncogén.
Sin embargo, estudios con animales han mostrado posteriormente que in vivo de Mayo Clinic realizados con animales sugieren que el PAX8/PPARy estimula la famosa proteína anticancerígena PTEN, así como la microRNA-122, y que probablemente activa otras moléculas anticancerosas.
Según el doctor Reddi, el PAX8/PPARy no fomenta la progresión del tumor cuando está expuesta a células cancerosas. "En realidad, lo que hace es activar otras moléculas anticancerosas de origen natural, impidiendo la propagación del tumor".
"Los tumores de los ratones que están expuestos al gen PAX8/PPARy crecen de un modo casi cuatro veces más lento que los de aquellos que han sido privados de las propiedades anticancerígenas de la proteína.
De cara a futuras investigaciones, uno de los objetivos del equipo es la identificación de otros marcadores como el microRNA, lo que permitiría identificar una enfermedad benigna y evitar la necesidad de someter a los pacientes a una operación quirúrgica inmediata innecesaria.
Tras haberlo debatido con otros médicos de la Clínica Mayo, Reddi afirma que "existen muchas complicaciones en las operaciones de tiroides y la detección precoz de marcadores podría evitar miles de operaciones innecesarias cada año".
"Estamos solo al principio, pero nuestro objetivo es trasladar estos resultados del laboratorio a la práctica lo antes posible", concluye.
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