Tras haber ayudado a introducir ocho vacunas en 73
países en desarrollo en una década, la Alianza Mundial para la
Vacunación y la Inmunización (GAVI) está lanzando ahora el proceso para
poder introducir la vacuna contra el papilomavirus humano (HPV), que
mata a más de 275.000 mujeres al año.
"El HPV es uno de los virus más virulentos. Mata cada año a más de
270.000 mujeres, una cifra que va en aumento. En los países en
desarrollo es un problema enorme, porque no existen ni intervenciones
para prevenirlo ni cura", explicó en una entrevista con Efe el director
ejecutivo de GAVI, Seth Berkley.
En los países desarrollados, la visita anual al ginecólogo que
realizan la mayoría de mujeres permite detectar anomalías, entre ellas
la presencia y virulencia del HPV, realizar un diagnóstico y aplicar un
tratamiento para curarlo.
Un patrón de actuación que no existe en los países en desarrollo, por
lo que el cáncer, si se detecta, ya está en un estado muy avanzado y es
muy difícil luchar contra él.
De hecho, el 85 por ciento de las 275.000 muertes anuales causadas por el HPV suceden en países en desarrollo.
"Por estas razones, si bien la vacuna es muy importante para todo el
mundo, es mucho más para los países en desarrollo", aseveró Berkley.
No obstante, la introducción de la vacuna del HPV en los sistemas
nacionales de inmunización es más complicada que con otras vacunas
porque ésta debe administrarse a niñas preadolescentes y no a bebés,
como es más usual.
"Es por ello que a los países que no tienen experiencia en vacunar a
adolescentes les pediremos que lleven a cabo un proyecto piloto. Escojan
un barrio, demuestren que pueden vacunar al 50 por ciento de las niñas,
tanto dentro como fuera de la escuela, etc, para demostrar que son
capaces de implementar un plan a nivel nacional".
No obstante, GAVI ve la "anomalía" de vacunar a adolescentes como una "oportunidad" para lograr otras intervenciones.
"En la sesión de vacunación se puede aprovechar para hacer educación
salud materno-infantil, planificación familiar" y otras acciones.
La vacuna del HPV fue introducida en 2006 por primera vez en Estados
Unidos y Canadá; cinco años después, 37 países en el mundo la habían
incorporado a sus programas nacionales de vacunación, incluyendo algunos
que hasta la fecha sólo han aplicado programas piloto, como la India,
Perú, Uganda y Vietnam.
Otras naciones en desarrollo, como Nigeria o Tanzania, están
organizándose para introducir la vacuna del HPV lo antes posible porque
sus gobiernos son conscientes de su vital importancia.
En Tanzania el cáncer de cuello de útero es la causa de más del 50 por ciento del total de muertes de mujeres por cáncer.
GAVI ha lanzado ya el proceso para que los países interesados pidan
ayuda para implementar el programa de vacunación; las naciones tienen
hasta el 31 de agosto de este año para presentar su candidatura, en la
que se pedirá el resultado concreto del proyecto de demostración.
Como estaba previsto, los países que hasta la fecha han mostrado su
interés provienen de Sudamérica, África, Asia central y del sur, y el
sudeste asiático.
Los resultados se conocerán a finales de diciembre y se espera que a
principios de 2013 los países comiencen a recibir las vacunas.
Como es un producto nuevo, la vacuna es muy cara -130 dólares por
dosis y son necesarias tres dosis para ser efectiva- pero GAVI ha
logrado un precio de 5 dólares por dosis.
"Esperamos que una vez que la demanda aumente consigamos un mejor
precio", auguró Berkley, confiando en la bondad de las farmacéuticas y
el compromiso de algún nuevo donante.
Los expertos predicen que si no se actúa con prontitud, el cáncer de cuello de útero podría matar en 2030 a 430.000 mujeres.
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