Un grupo de investigadores de la Universidad
de Sevilla (US) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
han patentado el desarrollo de productos bioactivos obtenidos a partir
del alperujo, un desecho que se genera en las almazaras durante el
proceso de extracción del aceite de oliva, tras haber descubierto que
hay sustancias con altas propiedades antitumorales y antioxidantes.
Cada año se extraen toneladas de alperujo a la hora de producir
aceite de oliva en España, de las que una pequeña parte es utilizada
como compostaje para su uso como abono orgánico, mientras que el resto
se acaba desechando, generando un grave problema medioambiental.
Sin embargo, ahora los investigadores han comprobado que el
derivado de una sustancia química presente en el alperujo, el
hidroxitirosol, rico en azufre o selenio, puede ser "muy potente" como
antitumoral y antioxidante, más incluso que la vitamina E", ha asegurado
Inés Maya, catedrática de química orgánica de la US.
Estos derivados han sido probados 'ex vivo' con microsomas de
hígado de rata tratados con una dieta carente de vitamina E en el
Instituto Rowett de Nutrición y Salud, en Aberdeen, Escocia, donde se ha
demostrado que al aplicar las sustancias diseñadas por los
investigadores de la US, los resultados como protectores de los tejidos
celulares son muy superiores a los mostrados por otros antioxidantes
ensayados.
"En las células de nuestro cuerpo existe un balance muy delicado
de procesos de oxidación que generan radicales libres y sistemas que nos
defienden de dichos radicales", ha asegurado al Servicio de Información
y Noticias Científicas (SINC), José María Fernández-Bolaños, profesor
de la US y responsable del grupo de investigación que ha originado la
patente.
Este experto ha explicado que muchas reacciones químicas del
organismo funcionan gracias al oxígeno que se respira y llega a las
células a través de la sangre, donde tiene lugar la respiración celular,
"un proceso en el que se genera energía y una serie de especies
reactivas de oxígeno que incluyen peróxidos y radicales libres,
responsables de serias enfermedades relacionadas con procesos
degenerativos".
"El cuerpo humano está constantemente produciendo y eliminando
radicales libres de manera natural", ha añadido Fernández-Bolaños,
que advierte que "cuando por algún problema se generan más radicales
libres de los que se contrarrestan aparece lo que se conoce como estrés
oxidativo, llegando a producir problemas para la salud como el
envejecimiento prematuro, ateroesclerosis, Alzheimer o incluso cáncer".
Según los responsables del proyecto, estos compuestos se han
aplicado, además, en varias líneas celulares de leucemia humana
caracterizadas por su resistencia a multifármacos, en las que se ha
descubierto que tienen marcadas propiedades pro-apoptóticas sobre las
células cancerígenas.
En estos casos, inducen la muerte celular sin que se destruya la
membrana, evitando así los consiguientes procesos de inflamación
asociados a una muerte celular por necrosis.
Los resultados de estos ensayos, desarrollados en la Universidad
de Perugia (Italia), se han enviado recientemente para su publicación en
una prestigiosa revista especializada.
Asimismo, otros derivados del hidroxitirosol preparados en el
grupo también han resultado ser mucho más activos que éste frente a
diversas líneas tumorales según estudios recientes que se están llevando
a cabo en el IBIS (Instituto de Biomedicina de Sevilla) bajo la
dirección del doctor Amancio Carnero.
"Seguimos investigando para ampliar el catálogo de productos
bioactivos y concretar sus niveles de efectividad como antioxidantes,
anti-inflamatorios y antitumorales", ha añadido Inés Maya, de modo que
"cuando los mecanismos de acción estén más definidos y se encuentren las
estructuras de máxima actividad se realizarán ensayos 'in vivo', con
objeto de poder desarrollar un nuevo tipo de fármaco".
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