Científicos de la Universidad de Zurich
(Suiza) recomiendan utilizar con moderación los suplementos de calcio
después de haber confirmado la relación entre su consumo y un mayor
riesgo de infarto, según los últimos resultados de su investigación que
publica la revista 'Heart'.
Investigaciones previas habían relacionado un mayor consumo de
calcio con un menor riesgo de hipertensión arterial, obesidad y diabetes
tipo 2, todos ellos factores de riesgo de enfermedad coronaria y
accidente cerebrovascular.
En este caso, analizaron las respuestas de los casi 24.000
participantes de la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y
Nutrición (EPIC) en Heidelberg, que tenían entre 35 y 64 años cuando se
sumaron a dicho estudio, realizado entre 1994 y 1998.
El tipo de dieta seguida en los últimos 12 meses se evaluó
mediante cuestionarios de frecuencia alimentaria, y se les preguntó
sobre si habían consumido de forma regular algún tipo de suplemento
vitamínico o minerales.
Posteriormente, se sometieron a un seguimiento de 11 años de
media, durante el que contabilizaron 354 infartos, 260 accidentes
cerebrovasculares y 267 muertes asociadas.
Después de tener en cuenta aquellos factores que pueden influir en
los resultados, observaron que aquellos cuyas dietas incluían una
cantidad moderada (820 miligramos al día) de calcio, incluida la
aportación de suplementos, tenían un riesgo un 31 por ciento menor de
sufrir un ataque al corazón.
En cambio, aquellos con una ingesta de más de 1.100 miligramos al
día no presentaban un riesgo significativamente menor y, de hecho, no
hubo ninguna evidencia de que algún tipo de ingesta de calcio pudiese
proteger contra un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular como
habían sugerido las citadas investigaciones previas.
Además, cuando el análisis se centró en las vitaminas o los
suplementos alimenticios, se observó que aquellos que tomaron
suplementos de calcio con regularidad tenían un 86 por ciento más
probabilidades de tener un infarto que aquellos que no usaron
suplementos.
"Este estudio sugiere que el aumento de la ingesta de calcio de la
dieta no puede conferir beneficios cardiovasculares significativos,
mientras que los suplementos de calcio podrían incluso aumentar el
riesgo y, por tanto, se deben tomar con precaución", han explicado los
autores.
En un editorial adjunto, los profesores Ian Reid y Bolland Marcos
de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de
Auckland en Nueva Zelanda han explicado que la seguridad de los
suplementos de calcio está "en tela de juicio".
De hecho, un estudio había apuntado a un posible vínculo entre
estos suplementos y la aparición de piedras en el riñón y el intestino
y, aunque los suplementos de calcio reduzcan el riesgo cardiovascular,
"esta realidad no se traduce en menos ataques cardiacos y accidentes
cerebrovasculares".
Además, han reconocido que muchas mujeres que toman suplementos de
calcio para evitar la fragilidad ósea presentan una mejor calidad de
vida que quienes no lo hacen, si bien el efecto protector general es de
apenas un 10 por ciento.
La explicación que dan es que, mientras el calcio de la dieta se
toma en pequeñas cantidades que se distribuyen durante todo el día y
permiten una absorción más lenta, los suplementos hacen que los niveles
de calcio en la sangre se eleven por encima de lo normal, lo que "a la
larga podría ser perjudicial".
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