Una investigación de la Universidad de
Carolina del Norte (UNC, por sus siglas en inglés) ha analizado indagado
en la causa por la que los bebés de madres con VIH que son amamantados
no suelen estar infectados por el virus, y han descubierto en un modelo
de ratón humanizado que esto se debe a que la leche materna mata el
virus, y protege contra la transmisión oral de estas infecciones, según
informa la revista 'PLoS Pathogens'.
Más del 15 por ciento de nuevas infecciones por VIH se producen en
niños. Sin tratamiento, sólo el 65 por ciento de los niños infectados
con VIH viven hasta su primer cumpleaños, y menos de la mitad llega a la
edad de dos años. Aunque la lactancia materna se atribuye a un número
significativo de estas infecciones, los bebés alimentados con leche
materna no suelen estar infectados con el VIH, a pesar de la exposición
prolongada y repetida.
"Este estudio proporciona una información valiosa sobre la
asombrosa capacidad de la leche materna para destruir el virus, y
prevenir su transmisión", afirma el doctor J. Víctor García, autor
principal del estudio y profesor de Medicina en el Centro de la UNC para
las Enfermedades Infecciosas, y el Centro de la UNC para la
Investigación sobre el sida. García añade que el estudio "también
proporciona nuevas pistas para el aislamiento de productos naturales,
que podrían ser utilizados para combatir el virus".
García y sus colaboradores son pioneros en el modelo humanizado de
ratón conocido como BLT, que se crea mediante la introducción de
tejidos humanos de la médula ósea, el hígado y el timo, en animales sin
un sistema inmune propio. Los ratones humanizados tienen un sistema
inmunológico funcional humano, y pueden ser infectados con el VIH de la
misma forma.
En el estudio, los investigadores determinaron, en primer lugar,
que la cavidad oral y el tracto digestivo superior de los ratones tenían
las mismas células que afectan a la transmisión oral del VIH, en los
seres humanos, y que podían transmitir con éxito el virus a las crías, a
través de estas vías. Sin embargo, cuando a los ratones se les
administró el virus en la leche materna de mujeres VIH-negativas, el
virus no pudo ser transmitido.
"Estos resultados son muy importantes porque muestran que la leche
materna puede bloquear totalmente la transmisión oral de las dos formas
del VIH que se encuentran en la leche materna de madres infectadas con
VIH: partículas del virus y células infectadas por el virus", afirma
Angela Wahl, investigadora en el laboratorio de García.
Según esta experta, "esto refuta la hipótesis del 'Caballo de
Troya', según la cual el VIH en las células es más tenaz contra las
propias defensas naturales del cuerpo, que las partículas del virus".
Por último, los investigadores estudiaron la efectividad de la
profilaxis pre-exposición (PrEP) con medicamentos antirretrovirales.
García y su equipo habían demostrado, previamente, que la PrEP es eficaz
contra la transmisión por vía intravenosa, vaginal y rectal del VIH en
ratones humanizados.
En este estudio, dieron a los ratones medicamentos
antirretrovirales durante siete días (3 días antes y 4 días después de
exponerse al virus), obteniendo una protección total contra la
transmisión del virus.
Estos últimos resultados proporcionan pistas importantes para
desarrollar tratamientos alternativos, que podrían ser utilizados para
prevenir la transmisión. García concluye que, "comprender cómo se
transmite el VIH a los lactantes y los niños, a pesar de los efectos
protectores de la leche, nos ayudará a cerrar esta puerta importante
para la propagación del SIDA".
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