Entre los pacientes sometidos a cirugía
bariátrica (el conjunto de procedimientos quirúrgicos usados para tratar
la obesidad), existe una mayor prevalencia de trastornos por adicción
alcohol en el segundo año después de la cirugía -específicamente,
después del bypass gástrico Roux-en-Y-, en comparación con el año
inmediatamente antes y después de la cirugía, según un nuevo estudio
publicado en 'JAMA', y presentado en la reunión anual de la Sociedad
Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica.
"A medida que aumenta la prevalencia de obesidad severa en los
Estados Unidos, cada vez es más común que los proveedores de servicios
de salud, y sus pacientes, consideren la cirugía bariátrica -el
tratamiento más efectivo y duradero para la obesidad severa. Aunque la
cirugía bariátrica puede reducir, a largo plazo, la mortalidad, y
conlleva un riesgo bajo, a corto plazo, de resultados adversos graves,
su seguridad sigue siento una preocupación. Por ejemplo, algunos
informes sugieren que la cirugía bariátrica puede aumentar el riesgo de
trastornos por consumo de alcohol, según la información del artículo.
Los autores añaden que existe evidencia de que algunos
procedimientos de cirugía bariátrica alteran la farmacocinética del
alcohol; dada una cantidad estándar de alcohol, los pacientes alcanzan
un pico más alto en el nivel de alcohol después de la cirugía, en
comparación con controles, o con sus niveles preoperatorios".
La doctora Wendy C. King, de la Universidad de Pittsburgh, y sus
colaboradores, realizaron un estudio para determinar si la prevalencia
de la adicción al alcohol cambia después de la cirugía bariátrica,
comparando la ingesta de alcohol en el año anterior a la cirugía, con el
primer y segundo año tras la cirugía.
El estudio incluyó a 2.458 adultos que se sometieron a cirugía
bariátrica en 10 hospitales de Estados Unidos. De estos participantes,
1.945 (un 78,8 por ciento de ellos mujeres; un 87 por ciento blancos;
con una edad media de 47 años y un índice medio de masa corporal de
45,8) completaron evaluaciones durante el preoperatorio y el
postoperatorio, entre 2006 y 2011.
Los investigadores observaron que la prevalencia de los síntomas
de la adicción al alcohol no difería significativamente un año antes, ni
un año después de la cirugía bariátrica, pero fue significativamente
mayor en el segundo año tras la operación (un 9,6 por ciento).
Más de la mitad de los participantes que reportaron una adicción
al alcohol durante la evaluación preoperatoria siguieron teniendo dicha
adicción los dos primeros años del postoperatorio. Por otro lado, un 7,9
por ciento de los participantes no adictos al alcohol en la evaluación
preoperatoria, mostraron adicción al alcohol en el postoperatorio.
Los investigadores también observaron que los hombres, los menores
de edad, los fumadores, y los consumidores regulares de alcohol y otras
drogas, mostraron una mayor posibilidad de adicción al alcohol después
de la cirugía. Los autores señalan que, aunque el aumento del 2 por
ciento en la prevalencia de la adicción al alcohol durante la evaluación
postoperatoria puede parecer pequeño, este aumento representa a más de
2.000 personas adicionales con adicción al alcohol en los Estados
Unidos, cada año.
Los investigadores concluyen que "este estudio tiene implicaciones
importantes para el cuidado de los pacientes que se someten a cirugía
bariátrica. Independientemente de su relación con el alcohol, los
pacientes deben conocer la tendencia potencial de la cirugía bariátrica a
aumentar el riesgo de adicción al alcohol".
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