Un estudio del Cancer Research UK y el
Consejo de Investigación Médica (MRC, en sus siglas en inglés) del Reino
Unido han presentado un estudio que ha demostrado que amamantar a los
hijos puede ser beneficioso para las madres de cara evitar la obesidad
años más tarde, incluso cuando se llega a la menopausia, según los
resultados que publica en su último número la revista 'International
Journal of Obesity'.
Investigaciones previas ya habían demostrado que las mujeres
que amamantan a sus hijos tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de
mama y ovario, así como diabetes tipo 2. Asimismo, también se sabía que
la lactancia podía ayudar a las mujeres a perder el peso que muchas
acumulan durante el embarazo.
Sin embargo, este estudio ha demostrado por primera vez que
los efectos beneficiosos para la mujer se pueden extender "incluso 30
años después de haber dado a luz", según ha explicado a la BBC la
profesora Kirsty Bobrow, autora del estudio.
Para la investigación se utilizaron los datos del llamado
'Estudio del Millón de Mujeres', que desde hace varias décadas permite
conocer los factores reproductivos y de estilo de vida que afectan a la
salud de la mujer. En este caso se tuvieron en cuenta los datos de
altura, peso, historia reproductiva y otros factores relevantes de más
de 740.000 mujeres.
De este modo, observaron que las participantes tenían en
promedio 57,5 años de edad y un IMC de 26,2, que se puede considerar
como sobrepeso. Además, la mayoría de las mujeres (88%) habían tenido
por lo menos un hijo y, de éstas, un 70 por ciento habían amamantando a
sus pequeños durante una media de 7,7 meses.
Aunque el estudio mostró que en las mujeres premenopáusicas
cuantos más hijos tenían mayor era su índice de masa corporal (IMC),
esta relación era "significativamente menor" entre las mujeres que
habían amamantando a sus hijos.
De hecho, ha explicado Bobrow, por cada seis meses de
lactancia el IMC de la mujer era un 1 por ciento menor, una reducción
que puede parecer pequeña pero que "tiene un impacto importante en la
salud".
La profesora Valerie Beral, directora de la Unidad de
Epidemiología de Cáncer de la Universidad de Oxford y una de las autoras
del estudio, explica que si esta cifra de 1 por ciento se traslada a la
población del Reino Unido "podría significar 10.000 muertes prematuras
menos cada década".
Esto se debe principalmente a la reducción de las enfermedades
vinculadas a la obesidad, como diabetes, las enfermedad del corazón y
algunos tipos de cáncer.
"Ya sabemos que amamantar es la mejor alternativa para los
bebés", añade Bobrow, que celebra que este estudio "apoya la evidencia
creciente de que los beneficios se extienden también a la madre, incluso
30 años después de haber dado a luz".
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