Antes de la disponibilidad de los
antibióticos, la luz del sol se utilizaba para tratar la tuberculosis y
los pacientes solían ser enviados a clínicas suizas para absorber los
rayos curativos. Ahora, por primera vez, los científicos han demostrado
cómo y por qué la helioterapia ha sido eficaz. Un estudio, publicado en
'PNAS' y dirigido por investigadores de la Universidad de Londres (Reino
Unido), ha demostrado que las dosis altas de vitamina D, además del
tratamiento antibiótico, ayudan a los pacientes con tuberculosis en su
recuperación.
La nueva investigación es la primera en estudiar el efecto de la
vitamina D en la respuesta inmune de los pacientes que reciben
tratamiento por una enfermedad infecciosa. Los resultados indican que
las dosis altas de la vitamina pueden suavizar la respuesta inflamatoria
del cuerpo a la infección, lo que permite a los pacientes recuperarse
más rápido, con menos daño a los pulmones.
Además de estimular la recuperación en los pacientes con
tuberculosis, los autores afirman que sus resultados sugieren que la
suplementación con vitamina D podría ayudar a los pacientes a
recuperarse mejor de otras enfermedades, como la neumonía.
El doctor Adrian Martineau, profesor de Infección Respiratoria e
Inmunidad en el Instituto Blizard de la Universidad de Londres, quien
dirigió la investigación, afirma que "estos resultados son muy
significativos, ya que indican que la vitamina D puede tener un papel
importante en la resolución de las respuestas inflamatorias de los
pacientes con tuberculosis. A veces, estas respuestas inflamatorias
pueden causar daño tisular, lo cual conduce al desarrollo de cavidades
en el pulmón. Si podemos curar estas cavidades más rápidamente, los
pacientes sufrirán menos daño pulmonar".
Martineau agrega que, "en términos más generales, la capacidad de
la vitamina D para amortiguar las respuestas inflamatorias sin
comprometer la acción de los antibióticos aumenta la posibilidad de que
los suplementos también sean beneficiosos en pacientes que reciben
tratamiento antibiótico por neumonía, sepsis y otras infecciones
pulmonares".
Martineau y sus colaboradores de varios hospitales de Londres
asignaron al azar 95 pacientes con tuberculosis -que reciben tratamiento
antibiótico estándar- en dos grupos: durante las primeras ocho semanas
de su tratamiento, 44 pacientes recibieron altas dosis de vitamina D,
mientras que 51 recibieron un placebo. La doctora Anna en Coussens, del
Instituto Nacional de Investigación Médica, midió los marcadores de
inflamación en las muestras de sangre de estos pacientes y realizó
análisis estadísticos para determinar los efectos que tenía la vitamina D
en la respuesta inmune.
"Hemos descubierto que gran parte de estos marcadores de
inflamación se redujo aún más y más rápido en los pacientes que
recibieron vitamina D", señala Coussens.
Los investigadores también observaron que el Mycobacterium
tuberculosis, la bacteria que causa la tuberculosis, desapareció del
esputo de los pacientes (la flema escupida desde la parte profunda de
los pulmones) más rápido en aquellos que tomaban vitamina D.
Martineau señala que es demasiado pronto para recomendar que todos
los pacientes con tuberculosis tomen dosis altas de vitamina D, además
del tratamiento estándar con antibióticos para la enfermedad. Se
necesitan más investigaciones, con un mayor número de pacientes, antes
de hacer recomendaciones clínicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario