El ejercicio regular puede ayudar a evitar el
encogimiento cerebral y otros signos vinculados a la demencia, según ha
mostrado un estudio realizado en la Universidad de Edimburgo (Escocia),
en el que han participado 638 personas mayores de 70 años.
Los resultados de esta investigación han desvelado que las
personas que son más activas físicamente tienen una menor reducción del
volumen cerebral que quienes no se ejercitan. No obstante, este hecho
sólo se da en el ejercicio físico ya que el estudio, publicado por la
BBC, también ha destacado que quienes realizan actividades de
estimulación mental e intelectual --como crucigramas o leer un libro--
no tienen beneficios en el tamaño del cerebro.
Y es que, es conocido que la estructura y funcionamiento del
cerebro se deterioran con el paso de los años y que, además, el cerebro
tiende a encogerse produciendo una pérdida de memoria y capacidades
cerebrales. En este sentido, diversos estudios han mostrado que las
actividades sociales, mentales y físicas pueden tener un rol protector
para prevenir este deterioro.
Sin embargo, hasta ahora no se habían llevado a cabo estudios
amplios con escáneres cerebrales para observar estos cambios en la
estructura y volumen cerebral. De este modo, y después de tomar en
cuenta factores como la edad, género, estado de salud e inteligencia,
los resultados han mostrado que la actividad física está
"significativamente asociada" con menos atrofia cerebral.
"Las personas de años 70 que realizaban más ejercicio físico,
incluida una caminata varias veces a la semana, mostraron menos
encogimiento cerebral y otros signos de envejecimiento del cerebro que
aquellos que eran menos físicamente activos", ha comentado uno de los
investigadores Alan Gow.
Por otra parte, el estudio no ha desvelado ningún beneficio real
en el tamaño del cerebro con la participación en actividades mental y
socialmente estimulantes, según lo observado en los escáneres de
resonancia magnética, durante los tres años de estudio.
Según el investigador, la actividad física también resultó
vinculada a un incremento en el volumen de materia gris, donde se
originan las percepciones y emociones, y a una mejora en la memoria de
corto plazo.
Asimismo, cuando los científicos analizaron el volumen de la
materia blanca, la encargada de transmitir mensajes en el cerebro,
encontraron que los individuos más activos físicamente tenían menos
lesiones en esta área que los menos activos.
Por otra parte, los investigadores han comentado que los
beneficios del ejercicio podrían deberse a que éste incrementa el flujo
de sangre, oxígeno y nutrientes al cerebro. "Este estudio vincula la
actividad física a menos signos de envejecimiento del cerebro, lo que
sugiere que es una forma de proteger nuestra salud cognitiva" ha
afirmado el doctor de la organización Alzheimer's Research de Reino
Unido, Simon Ridley.
Por último, el profesor de la organización Age UK, James Goodwin,
que financió la investigación, ha comentado que "este estudio vuelve a
poner de manifiesto que realmente nunca es demasiado tarde para
beneficiarse del ejercicio, así sea una caminata vigorosa a las tiendas,
hacer el jardín o participar en carreras de diversión".
No hay comentarios:
Publicar un comentario