Científicos de la Universidad de Rutgers, en
Nueva Jersey (Estados Unidos), aseguran que consumir alcohol de forma
moderada también puede ser perjudicial para la salud ya que, según han
descubierto, incluso beber dos copas de vino al día puede tener un
impacto negativo en la producción de células en el cerebro.
Este hallazgo, que aparece publicado en la revista 'Neurology',
contradice algunos estudios que sugerían que el consumo moderado de
alcohol podía tener efectos positivos para la salud.
Tal como señalan los investigadores, el problema es que hay una
división muy tenue entre beber moderadamente con regularidad y beber en
exceso sólo ciertos días a la semana, y mucha gente no parece distinguir
entre estas dos prácticas de riesgo.
Beber poco durante la semana pero mucho los fines de semana puede
provocar cambios en la estructura del cerebro, aseguran los
investigadores. "El consumo moderado puede convertirse en consumo
excesivo sin que la persona se dé cuenta", ha explicado a la BBC Megan
Anderson, quien dirigió el estudio.
"A corto plazo puede no haber problemas notables en las
capacidades motoras o el funcionamiento general, pero a largo plazo este
tipo de conducta puede tener efectos adversos en el aprendizaje y la
memoria", ha añadido.
Los científicos llevaron a cabo estudios con ratones a los cuales
suministraron alcohol para alcanzar una concentración en la sangre de
0,08 por ciento (0,08 gramos de alcohol por cada 100 mililitros), el
equivalente al límite legal para conducir en Estados Unidos y otros
países.
Después de dos días llevaron a cabo pruebas para medir varias
funciones mentales y motoras en los animales. "Este nivel de
intoxicación no perjudicó las habilidades motoras o las funciones de
ninguno de los sexos, y tampoco interfirió en el aprendizaje asociativo
(el recuerdo de detalles de una situación particular) dos días después
de haber bebido", explican los investigadores.
Por lo tanto, el consumo moderado de alcohol "no perturbó los procesos básicos sensoriales, motores o de aprendizaje".
Sin embargo, añaden, los resultados mostraron que incluso durante
un periodo "relativamente corto" de consumo moderado de alcohol, hubo un
impacto negativo en el cerebro: el número de neuronas que los animales
produjeron en la región del hipocampo "se redujo en casi 40 por ciento".
El hipocampo es la región del cerebro donde se producen nuevas
neuronas y se sabe que es responsable de la capacidad de llevar a cabo
nuevos aprendizajes.
"Si esta región de tu cerebro se ve afectada cada día durante
muchos meses y años, eventualmente no serás capaz de aprender cómo
llegar a un lugar nuevo o cómo aprender algo nuevo sobre tu vida", ha
concluido la doctora Anderson.
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