Expertos de la Sociedad Española de
Obstetricia y Ginecología (SEGO) han lanzado un artículo en la revista
de esta sociedad científica en el que recomiendan la vacunación contra
el virus del papiloma humano (VPH) a la mayoría de las mujeres por su
eficacia del 90 por ciento.
Así lo recogen en el documento 'Vacunación frente al cáncer de
cérvix en mujeres fuera de los programas de vacunación sistemática, con o
sin infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) o lesión cervical.
Encuesta de opinión y recomendaciones', que ha sido avalado por la
Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (AEPCC), la
Asociación Española de Vacunología (AEV), la Sociedad Española de
Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y por la Sociedad Española de
Médicos Generales y de Familia (SEMG).
El coautor del mismo y miembro del Hospital Clínico de Barcelona,
el doctor Aureli Torné, indica que "se han demostrado científicamente
los beneficios de esta vacuna" y, por ello, la aconseja
"individualizadamente". En este sentido, expresa que, pese a que el
riesgo de infección "existe a lo largo de la vida, la realidad de cada
mujer es distinta".
De esta forma, ejemplifica que "la mujer de 45 años que no tiene
relaciones fuera de su pareja, ni ésta tampoco, presenta un riesgo
ínfimo de contacto". No obstante, en las que tienen una actividad sexual
con diferentes parejas, "sí puede tener un beneficio la vacunación".
Y es que, Torné indica a Europa Press que no sólo previene el
cáncer de cérvix "entre un 70 y un 80 por ciento", sino que también
reduce la posibilidad de padecer otros tumores, como "el de bulba,
vagina, canal anal, el rinosinusal o el de orofaringe". De cualquier
forma, debido al elevado precio de la vacuna -entre 120 y 150 euros por
cada una de las tres dosis necesarias-, entiende que las autoridades
sanitarias no la financien pasados los 14 años de vida de la mujer.
Sin embargo, mantiene que, si no tuviera este coste, "sería
sistemática, sin límite de edad y ampliada, incluso, a los hombres".
Pero en el contexto actual, sostiene que "el médico debe informar de lo
beneficioso de vacunarse a la paciente y, ésta, decir en función de su
situación personal".
Para Torné, la dosis que aprobó la OMS en 2007 para los tipos de
PVH 16 y 18 debe ser recomendada por el profesional, ya que las dudas
frente a su eficiencia y seguridad "ha hecho que la tasa de vacunación
sea baja". Así, los expertos indican que "sólo dos de cada tres niñas se
vacunan".
Al hilo de ello, sale al paso de la polémica surgida en torno a
este apartado al afirmar que "ésta es una de las más seguras, ya que
tiene estudios muy potentes con un gran número de pacientes". Por ello,
sostiene que "no hay ninguna evidencia sólida que ponga en jaque su
administración".
Para conocer el conocimiento de los profesionales sanitarios
acerca de este método de protección, los especialistas han encuestado a
una muestra de ellos. De él se extrae que "el 66 por ciento indica la
vacuna a las mujeres que han estado en contacto con el virus, y que un
51 por ciento la recomienda a las mujeres que ya presentan lesiones
cervicales".
Por su parte, el otro autor del artículo publicado en la revista
de SEGO y miembro del Instituto Catalán de Oncología, el doctor Xavier
Castellsagué, destaca la importancia de la detección precoz, ya que el
cáncer de cérvix "afecta a casi 2.000 personas en España cada año".
Debido a ello, "es el 11º tumor en incidencia en la mujer, y el 15º en
mortalidad".
No obstante, si se restringe el ranking a las mujeres menores de
45 años, el porcentaje se eleva "al segundo en incidencia y al tercero
en mortalidad". Por ello, y porque, citando al estudio Cleopatra, "el
VPH está presente en el 30 por ciento de las mujeres jóvenes", insiste
en aconsejar la vacunación.
Según su criterio, la prevalencia del virus disminuye con la edad,
pero no es motivo de relajación, ya que "el riesgo de persistencia
aumenta con la misma". Esta coyuntura la achaca a que la función inmune
"se deteriora" con los años.
Otros expertos han apoyado estas ideas, como el es el caso de la
responsable del Grupo de Atención a la Mujer de SEMERGEN, Mercedes
Abizanda, que añade que la prevención debe ser "una actividad
multidisciplinar" en la que participen "médicos, enfermeras, matronas y
ginecólogos".
Por último, el representante de SEGO, José Antonio Vidart, se
muestra en la misma línea de opinión que sus 'colegas'. "Si se siguen
estos métodos de prevención, podemos hablar casi del fin de este
cáncer", concluye.
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