Dos equipos de investigadores, dirigido por el profesor Alastair Compston,
de la Universidad de Cambridge, han evaluado la eficacia de un
anticuerpo monoclonal llamado alemtuzumab, originalmente desarrollado
para tratar la leucemia y otros cánceres del sistema inmunitario, en
pacientes con esclerosis múltiple (EM). El estudio ha sido publicado en
'The Lancet'.
La EM afecta a alrededor de 100.000 personas en el Reino Unido,
y a alrededor de 400.000 personas en los EE.UU. Las causas de la EM no
son claras, pero la enfermedad se produce cuando el sistema inmunológico
del cuerpo comienza a atacar el revestimiento de las fibras nerviosas,
causando una variedad de síntomas que afectan a la visión, el
movimiento, el equilibrio, el control de la vejiga y, finalmente, la
memoria y el pensamiento.
Alrededor del 85% de las personas diagnosticadas con EM comienzan
con una forma conocida como "remitente-recidivante", donde los síntomas
aparecen de forma esporádica (una recaída), y luego se desvanecen, ya
sea parcial o totalmente (remisión). Dado que actualmente no existe una
cura conocida para la enfermedad, los medicamentos existentes tienen por
objeto reducir los síntomas de la EM.
En un primer ensayo (CARE MS I), los investigadores compararon
alemtuzumab con un medicamento llamado interferón beta 1a - la droga que
más se utiliza actualmente para tratar la esclerosis múltiple - en un
grupo de 563 pacientes que no había recibido todavía ningún tratamiento
para la EM. Como resultado, los pacientes que recibieron alemtuzumab
tuvieron casi la mitad de probabilidades de recaída en dos años que los
que recibieron interferón.
En otro ensayo (CARE MS II) con 840 pacientes, los investigadores
compararon alemtuzumab con interferón beta 1a en pacientes que ya habían
sido tratados con interferón beta 1a o glatiramer (otro medicamento
utilizado actualmente para controlar los síntomas de la EM). Como
resultado, incluso en este grupo de pacientes refractarios, las tasas de
recaída fueron significativamente menores en el grupo de alemtuzumab -
el 35% de los pacientes que recibieron alemtuzumab sufrieron recaídas,
en comparación con el 51% de los pacientes que recibieron interferón
beta 1a.
Según el segundo ensayo, el alemtuzumab parece mejorar también el
pronóstico de los pacientes en cuanto a la discapacidad relacionada con
la enfermedad (como la pérdida de la coordinación o la capacidad de
caminar). Sin embargo, en el ensayo CARE MS I, no hubo ninguna
diferencia significativa entre los grupos en términos de acumulación
sostenida de discapacidad.
Por otro lado, en ambos ensayos, los investigadores notaron que
alemtuzumab parece aumentar el riesgo de ciertos trastornos autoinmunes,
en particular los que afectan a la tiroides. Aunque estos efectos
secundarios podrían ser graves, los autores señalan que pueden ser
tratados eficazmente.
Alasdair Coles señala que "en la actualidad, no está claro cuál es
la mejor terapia para tratar a personas con esclerosis múltiple. Ahora,
este estudio muestra que, con la supervisión adecuada para reducir el
riesgo de efectos adversos potencialmente graves pero tratables, el
alemtuzumab ofrece una terapia eficaz a pacientes cuya esclerosis
múltiple no ha sido controlada".
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