La conducción prolongada puede producir
fatiga osteomuscular, visual y mental, tal y como asegura el miembro del
Grupo de Actividad Física y Salud de la Sociedad Española de Medicina
de Familia y Comunitaria (Semfyc), el doctor José Miguel Bueno Ortiz,
con motivo de los abundantes desplazamientos en coche que se han
producido estos días durante el puente de la Constitución.
"La conducción es parecida a cuando trabajas con un ordenador, ya que tienes una fatiga visual que repercute en la espalda",
explica el galeno. A su juicio, la afectación de este
sentido no es la misma al conducir durante el día o la noche, y es que,
en esta última etapa del día "se producen más problemas por la dificultad de la atención".
Uno de sus efectos es la sensación de visión borrosa que, "aunque puede deberse también a una bajada de tensión", se da fundamentalmente "por el cansancio".
"El cristalino se acomoda y la pupila se contrae y dilata por las luces", manifiesta.
Por otro lado, señala que la fatiga mental también es un aspecto a considerar. "No es lo mismo conducir por la ciudad que en autovía", sostiene al tiempo que indica que "la ansiedad o los problemas se reflejan en la espalda al contraerse".
Así, esta parte del cuerpo sufre en estas circunstancias de fatiga osteomuscular, ya que "si la cara es el espejo del alma, la espalda es el termómetro", afirma Bueno Ortiz. Según su criterio, ésta se ve afectada "en las cervicales y en las lumbares" por las posturas mantenidas al volante.
Por ello, recomienda adaptar el respaldo del asiento y el reposacabezas, siendo este último el responsable a menudo de "los dolores de cuello". En cuanto a la posición que debe tener el asiento, el experto de Semfyc apuesta por un ángulo de entre 90 y 100 grados y porque las rodillas estén en una posición "un poco más alta que las caderas".
Aunque advierte de que todos estos efectos depende de la salud de
la espalda del conductor y de su forma física, subraya que la fatiga se
acumula "cuantas más horas se pasan al volante y si se toma medicación o se ha cogido el coche estando ya cansado". Para él, el cansancio "es el principal problema" porque hace que la persona "no se de cuenta de que lo está".
Ante él, el experto recomienda parar cada dos horas o menos y realizar una serie de estiramientos e, "incluso, pruebas como seguir una línea recta con los pies". Además, considera "importante" estar bien hidratado y, "si es posible, conducir de día".
Por su parte, las personas que realicen un viaje, aunque no
conduzcan, también deben hacer una serie de movimientos con los brazos y
las piernas para evitar el cansancio que va acumulándose. Todo ello
debe ser extensible al momento de llegada al destino, en el que los
estiramientos "permiten mantener el rango articular y evitar contracturas", observa Bueno Ortiz.
Alguien que sabe lo que es conducir de manera prolongada y,
además, diariamente es un taxista, que asegura que "cuanto más horas se conduce, más salud se pierde". A su juicio, al igual que para el galeno, la parte del cuerpo que más se resiente al conducir muchas horas "son las lumbares".
Este profesional, que lleva al volante de su vehículo desde hace casi 20
años en la ciudad de Granada, y que conduce hasta once horas cada día,
también afirma tener afectadas "las rodillas y la vista".
"Por la noche es cuando veo peor", explica.
Por último, el taxista señala que es "a partir de las cinco o seis horas de conducción"
cuando empieza a notar los primeros síntomas. Sin embargo, confirma que
nunca ha tenido lesión alguna que le haya impedido ejercer su labor.
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