La inserción de materia fecal de una persona
sana en el intestino de una persona con diarrea severa puede curar su
problema de forma más eficaz que los antibióticos, según ha demostrado
un estudio realizado por investigadores holandeses sobre una peña muerta
de pacientes.
El estudio, publicado en el 'New England Journal of Medicine', ha
sido realizado por la Universidad de Amsterdam sobre una muestra de 16
pacientes, en 13 de ellos el problema fue resuelto gracias al trasplante
de material fecal de un voluntario, mientras que el resto se resolvió
con el tratamiento estándar antibiótico. En todos los casos se habían
repetidos episodios de diarrea causada por una bacteria conocida como
'Clostridium difficile'.
"Esta es la primera prueba concreta de que funciona el
tratamiento", ha señalado a Reuters el doctor Josbert Keller de la
Universidad de Amsterdam y director del estudio, quien anteriormente
había trabajado con este tratamiento como alternativa tras el fallo de
tres fármacos comúnmente utilizados.
Precisamente, se publicaron lo resultados de este primer ensayo en
noviembre del pasado año. En el Keller y sus colegas compararon tres
tratamientos en tres grupos de pacientes --de entre 13 y 16 personas--
afectados por la bacteria y con diarrea severa.
Un primer grupo recibió un antibiótico estándar, vancomicina,
cuatro veces al día durante 14 días; después de 10 semanas, cuatro
estaban libres de bacterias relacionadas con la diarrea; otro grupo el
mismo tratamiento farmacológico pero después de beber una solución para
limpiar el intestinal; funcionó en tres casos; el último grupo tenían un
breve tratamiento con vancomicina, combinado con lavado intestinal,
seguido por la infusión de heces diluidas de donantes que se suministró
por la nariz; falló en tres pacientes.
En estos tres casos en los que el tratamiento fue fallido, los
médicos volvieron a tratar a los pacientes con materia fecal de un
donante diferente, funcionando en todos los casos salvo uno. Del resto
de grupos, 15 de los no curados aceptaron el tratamiento de trasplante
fecal y se curaron.
Todos los donantes, que era gente que trabajaba en el hospital que
no tenían que ver con el cuidado del paciente, eran examinados
periódicamente de una variedad de enfermedades.
De entre los efectos secundarios en un 94 por ciento de los
pacientes se informó de diarrea, en el 31 por ciento de calambres y en
el 19 por ciento eructos, pero todos esos síntomas desaparecieron dentro
de tres horas. Diecinueve por ciento en última instancia, informó el
estreñimiento después del tratamiento.
El trasplante de heces puede sonar a muy mal gusto, pero "los
pacientes estaban desesperados porque ya habían tenido varios episodios.
No había nada más que pudieran hacer. No había ninguna barrera
psicológica para ellos", ha señalado Keller.
Keller ha recordado que "la eficacia de la terapia antibiótica
disminuye las recurrencias posteriores, y parece razonable iniciar el
tratamiento con donantes heces infusión después de la segunda o tercera
recaída".
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