Las clases de música antes de los siete
años podrían ayudar a establecer fuertes conexiones entre las regiones
motoras del cerebro, aquellas que ayudan a a planificar y llevar a cabo
los movimientos, según estudio canadiense, publicado en 'Journal of
Neuroscience'.
La investigación fue llevada a cabo por estudiantes del
laboratorio de la Universidad de Concordia, situada en Montreal
(Canadá), en colaboración con personal del Instituto Neurológico de
Montreal y la Universidad McGill.
Así, el estudio proporciona una fuerte evidencia de que entre los
seis y ocho años la formación musical interactúa con el desarrollo
normal del cerebro a la hora de producir cambios duraderos en las
habilidades motoras y la estructura del cerebro.
"Aprender a tocar un instrumento requiere de la coordinación entre
las manos y los estímulos visuales o auditivos", ha señalado la
profesora Virginia Penhune, de la Universidad de Concordia.
Dicho esto, ha explicado que "la práctica de un instrumento antes
de los siete probablemente aumente la maduración de las conexiones entre
el motor y las regiones sensoriales del cerebro".
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores observaron a
36 músicos adultos mientras tocaban algún instrumento y escanearon sus
cerebros. La mitad de ellos empezaron su formación musical antes de los
siete años, mientras que la otra mitad se inició a una edad más
avanzada, aunque los dos grupos tenían el mismo número de años de
experiencia. Estos dos grupos se compararon también con individuos que
habían recibido poca o ninguna formación musical.
Al comparar una habilidad motora entre los dos grupos, los músicos
que comenzaron antes de los siete años eran más precisos, incluso
después de dos días de práctica. Al comparar la estructura del cerebro,
los músicos que comenzaron temprano tenían sustancia blanca reforzada en
un haz de fibras nerviosas que conecta las regiones motoras izquierda y
derecha del cerebro.
No obstante, los escáneres cerebrales revelaron que no había
ninguna diferencia entre los que no tocaban ningún instrumento y los que
comenzarón su formación musical en el futuro, lo que sugiere que la
evolución del cerebro puede ocurrir temprano o no puede darse.
"Este estudio es importante a la hora de demostrar que la
capacitación es más eficaz en edades tempranas ya que ciertos aspectos
de la anatomía del cerebro son más sensibles a los cambios en esos
momentos", ha señalado el co-autor, el doctor Robert J. Zatorre, del
Instituto Neurológico de Montreal.
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